POLICÍA LOCAL DE TARIFA (Página no oficial)

viernes, 24 de diciembre de 2010

Observar-Organizar-Decidir- Actuar. OODA: el iter hacia la reacción

Por: Ernesto Pérez Vera

Camino Alto y Camino Bajo, estos son los dos “caminos” que el cerebro y el cuerpo utilizan para, una vez detectada una amenaza, reaccionar ante ella. El Doctor en neurología Bruce Siddle, en uno de sus concienzudos trabajos, así lo concluyó.

Muy resumidamente, el Camino Alto consiste en:
1º.-
Mediante los sentidos, principalmente el de la vista, el cerebro recibe información sobre una amenaza, o lo que es igual, un estímulo que precisa de respuesta. En este punto: se OBSERVA.

2º.- El tálamo recibe la información que le llega desde el sentido que ha detectado la amenaza. Por tanto, el tálamo es el que ORGANIZA la información recibida.

El tálamo es una estructura neuronal que se ubica en el centro del cerebro, de ese modo está muy protegido.

3º.- La corteza cerebral recibe esos datos desde el tálamo, y comienza a evaluar la situación. En este punto se DECIDE como actuar.

La corteza cerebral se denomina también córtex cerebral y está conformado por un conjunto de terminaciones nerviosas localizadas sobre ambos hemisferios cerebrales.

4º.- Por último, la amígdala -conjunto de neuronas cerebrales- ACTÚA y ordena al cuerpo la ejecución de una acción.

Como se puede intuir, cuando el organismo actúa “por este iter” es que la reacción que se precisa no lo es ante un estímulo o ataque súbito o espontáneo, de lo contrario no se consumiría tiempo en el OODA (Observar-Organizar-Decidir-Actuar). Esta es una respuesta cognitiva, o sea que se puede “meditar” aunque sea en muy brevísimo espacio de tiempo de difícil cuantificación.

Cuando se produce un ataque súbito o un estímulo espontáneo, las cosas cambian. En estos casos, la respuesta del cuerpo debe ser mucho más rápida. Hablamos de supervivencia extrema. Por ello, los pasos interiores del cerebro se acortan, se toma el “camino bajo”. Ahora, la respuesta es totalmente emocional.

Ante una acción hostil, por total sorpresa, los pasos son los siguientes:
1º.- Como antes, y por lógica, el cerebro recibe la primera información a través de los sentidos, casi siempre por la visión: OBSERVA.

Los datos son remitidos al tálamo, que a su vez, y sin pasar por la corteza cerebral, los manda a la amígdala.

El tálamo, como antes, ORGANIZA los datos que recibe de los sentidos.

2º.-
La amígdala, de forma inmediata, establece una respuesta refleja.

Los reflejos son actos incontrolados que surgen ante sorpresas y que, en determinados casos, ayudan a la supervivencia, o la prepararan.

La amígdala “recorta” los tiempos y para aumentar las posibilidades de supervivencia: DECIDE Y ACTUA.

3º.- Ya, en estos casos, el cuerpo experimentará cambios fisiológicos, aún si la alerta era falsa.

En esta situación, la respuesta es súbita y emocional. Los reflejos son actos no controlados por quien los sufre; son actos involuntarios que, de algún modo, prevén una defensa. Un típico caso de espasmo autónomo es el cierre de la laringe -larigoespasmo- en las personas que están próximas a ahogarse. El fin es obvio: evitar, en la medida de lo posible, la inundación, por agua, de los pulmones a través de las vías aéreas.

El tema que tan resumidamente hemos visto hoy, es una “ampliación” de lo que se publicó, con mi firma, el día 8 de julio de 2009 en este otro blog. http://tirodefensivocampodegibraltar.blogspot.com/2009/07/fisiologia-en-el-enfrentamiento-armado.html

El OODA es un sistema muy sencillo que aclara los pasos que cualquier persona sigue, quiera o no quiera, antes de tomar una decisión. Esto es aplicable en todos los órdenes, no solo a nivel táctico militar o táctico policial. De hecho, nuestro cerebro actúa de este modo en cada acción que nuestro cuerpo lleva a término.

El concepto OODA lo puso en boga, tras su amplia experiencia como piloto de combate en la IIª G.M y Corea, el Coronel John Boyb de la USAF (Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos de América). Sabiendo “manejar” este sistema, podremos mandar datos erróneos a nuestro contrario y eso, en según que casos, nos podrá dar la ventaja de anticiparnos a la acción hostil. En realidad, es muy sencillo, este método lo usamos todos los días, pero cuando se trata de aplicarlo a la defensa policial o reactiva, nos cuesta más trabajo entenderlo.

Cuando subimos a ver a nuestro jefe para negociar vacaciones o subidas de sueldo, o incluso cuando vamos a realizar una venta o transacción de bienes, ya tenemos preparadas, en la mente, una serie de respuestas y preguntas; esto lo hacemos para no ser sorprendidos durante la reunión, negociación o transacción. Pues, en el tema de la defensa y reacción es igual, o debería serlo. Tener preparadas distintas respuestas de reacción en la mente, puede ayudar de forma muy positiva cuando somos acometidos por sorpresa.

Por cierto. Este Piloto, el Coronel Boyb, también descubrió, en su momento, que los mandos de los aviones de combate no estaban diseñados para tal fin. Descubrió que los ingenieros de aviónica diseñaban mandos “atractivos” pero nada operativos en situación real de total estrés (la Habilidad Motora Fina, o Digital, se pierde muy pronto durante una situación que se prevé gravemente hostil). Por ello, cuando un piloto se entregaba al fragor del combate aéreo, no siempre podía manejar, con eficacia y soltura, los “minúsculos” mandos y botones de aviónica de su aeronave.

Tras este y otros estudios y análisis, el Coronel y algunos de sus colaboradores fueron oídos y utilizados, durante décadas, por el Pentágono. Se convirtieron en imprescindibles asesores de estrategia para combates aéreos.■

sábado, 18 de diciembre de 2010

No es lo mismo: desgraciados afortunados y afortunados desgraciados

Por: Don Gonzalo

Con saliva y tecla, mil veces me he pronunciado sobre este asunto, pero bueno, una vez más no viene mal. Si otros siguen en sus trece…yo sigo en las mías también. Como decía Joe Rígoli: yo sigo.

Esos que tanto criticáis y zancadilleáis a vuestros compañeros de trabajo, más bien coincidentes laborales, seguís con vuestras cantinelas baratas de café de inicio de servicio. Ese café es, demasiadas veces, de inicio de servicio, de “durante” y de fin del mismo. Para vosotros el trabajo es solo tomar café. Ya está bien señores, dejad de maquinar para torpedear a los que hacen aquello que deben hacer, y sobre todo aquello que ustedes despreocupan e ignoran. Mírenlo desde otro punto de vista: ustedes son unos desgraciados afortunados. Sí, eso he dicho, pero no se me ofendan. Verán como coinciden conmigo cuando les razone mi postura.

Muchos lleváis años despotricando y elucubrando contra los que acuden a las llamadas de la Sala Operativa con la celeridad que las circunstancias demandan; seáis quienes seáis, seguís despellejando a quien, tras tomar un café a primera hora del turno, emprende el camino de la “caza” del delito o de la ayuda al prójimo. Perseguir al delito es ayudar a todos. Vosotros, una vez más, menospreciáis a quienes no beben alcohol durante el servicio, y además, los mismos desgraciados de siempre, tratáis de menoscabar, con invenciones maliciosas, la buena fama e imagen de los que hacen lo que ustedes no hacéis jamás: cumplir

Es sencillo, un desgraciado, en el terreno que nos ocupa, es aquel que no tiene nada en lo que creer. Esos sois vosotros: no creéis en vuestra presunta labor, y digo presunta porque no la cumplís, ¡y que se salve el que pueda¡

Quien va al trabajo, -y digo al trabajo y no a trabajar, que tampoco es lo mismo- con el único propósito de vagabundear y delinquir por omisión, es un desgraciado. No hay nada más triste que ser desgraciado en la profesión “elegida”. Bueno, esto de elegido debe matizarse, pues a muchos solo se os ha regalado un puesto de trabajo de por vida. En el trabajo, cuanto más desánimo se tiene, más desgraciado se es. Está clínicamente demostrado que las bajas laborales por depresión, aún cuando se finja la enfermedad –muy de moda-, acaban pasando factura. Ese desánimo y falta de interés, a la larga, llevan a la depresión real sin remisión, en fin, que finalmente seréis desgraciados con “papeles”.

La verdad es que aquellos que os encontráis dentro de este triste “corte”, tenéis más suerte de la que os merecéis, por ello os llamo: desgraciados afortunados. No me negará nadie que odiar lo que se hace, o mejor dicho, aquello que se debe hacer, desatender los obligaciones profesionales, acudir cabizbajo al trabajo y “jugar” al despelleje de aquellos compañeros que poseen un perfil marcadamente antagónico, es muy triste. ¡Pero leches!, si a final de mes te pagan, eres un afortunado. Por ello seréis siempre unos desgraciados afortunados: no hacéis lo que tenéis que hacer, porque lo odiáis, y encima os pagan. Para colmo… muchas veces os ascienden ¡Vaya suerte!

Por otra parte, y cara a cara ante vuestros bastardos principios, se encuentran los afortunados desgraciados. Estos, entre los que yo me incluyo, disfrutan del trabajo hasta cuando se mojan bajo la lluvia, pues “mojados” e implicados, profesionalmente, siempre están. O estamos. Sí, es verdad, bregar con sucios y apestosos delincuentes es desagradable; recibir insultos y pedradas también es duro; arriesgar el pellejo ante delincuentes armados es muy “shungo” también; ¿pero sabéis algo?, a algunos nos gusta esto. Muchos, aunque no lo podáis comprender, creemos en aquello que representamos. Y por cierto, los insultos y pedradas que algunos recibos en la calle, no son tan repugnantes como el olor que dejáis, muchos de vosotros, cada vez que abrís la boca para vomitar palabras envenenadas.

Hacemos lo que nos gusta y creemos en lo que hacemos, precisamente lo que no hacéis vosotros. Somos un “chollo” para vosotros: lo que no hacéis, aunque os paguen por “hacerlo”, lo haremos unos cuantos majaretas convencidos. Nos criticáis sin daros cuenta de que, para ustedes, somos un comodín en este sucio juego de mentiras, políticos y sindicatos.

¡Qué cosas! Somos afortunados por hacer aquello que queremos y que amamos, pero somos desgraciados por ser víctimas del sistema que nos ordena y coordina. Aunque la verdad, hay más descontrol y descoordinación que otra cosa. Somos desgraciados por caer en vuestras lenguas y mentes huecas, por no ser reconocidos por los jefes, y por estar enfrentados a malolientes compañeros, a veces también jefes, que se llevan el fruto de nuestro trabajo. Aún así, y aunque os cueste trabajo creerlo –sois tan desgraciados e ignorantes que no llegáis a verlo- somos afortunados. Nosotros no necesitamos eso que vosotros tanto ansiáis: galones, más pasta y menos trabajo y responsabilidad. Nuestra recompensa es la de llegar a casa con la conciencia limpia y cara alta.

¡Ay de vosotros que tanto anheláis esos “premios”! Vuestra actitud delata lo podrido que estáis por dentro, y la paupérrima vida que soportáis.

He dicho.

jueves, 9 de diciembre de 2010

LEOKA 2009: “gringos” asesinados en el cumplimiento del deber

Por: Ernesto Pérez Vera
Instructor de Tiro Policial y Defensivo

Como ya saben los que me leen, por haber escrito varias veces sobre ello, el F.B.I. norteamericano analiza, anualmente, los enfrentamientos policiales que acaban con la vida de agentes de policía en aquel país. Todos los años, durante el otoño, se hace público el trabajo que una comisión especial realiza bajo el nombre de: LEOKA (Law Enforcement Officers Killed and Assaulted). Ese trabajo se efectúa sobre los datos obtenidos en aquellos escenarios en los que, durante el año anterior, cayeron, en el cumplimiento del deber, agentes de la autoridad norteamericanos. Sean agentes federales (FBI, DEA, ATF, etc.), agentes de la Policía Metropolitana (Policías Locales), policías del Estado, o agentes del Condado (Departamentos del Sheriff), todos reciben la misma consideración de cara al estudio Leoka. Existe un fuerte compromiso institucional, y el Departamento de Justicia (equivalente a nuestro Ministerio de Justicia), del cual depende la agencia federal llamada F.B.I., pretende, con estos trabajos, que se conozca la verdad del enfrentamiento para mejorar los entrenamientos policiales.

Durante el año 2009, un total de 35 casos fueron analizados en todo el territorio nacional “yanqui”, siendo 48 el número total de agentes asesinados. La cosa no mejora de modo ostensible. Seguidamente relaciono, por años, las cifras de agentes asesinados en los Estados Unidos a lo largo de la década en curso:

Año 2000: 51 agentes asesinados. Año 2001: 70 agentes asesinados.
Año 2002: 56 agentes asesinados. Año 2003: 52 agentes asesinados.
Año 2004: 57 agentes asesinados. Año 2005: 55 agentes asesinados.
Año 2006: 48 agentes asesinados. Año 2007: 58 agentes asesinados.
Año 2008: 41 agentes asesinados

Las distancias de los enfrentamientos son variadas, predominando las muy cercanas e incluso las de contacto físico entre las partes. En cuanto a los medios empleados para acabar con la vida de los agentes, hay de todo: armas largas, cortas y atropellos deliberados con vehículos a motor (2 agentes fueron brutalmente atropellados). En lo relativo a calibres de armas de fuego, también hay un buen popurrí: 9 m/m Corto, 9 m/m Parabellum, .22Lr, .32 S.W., .38 Especial, .357 Magnum, .40 S.W. y .45 A.C.P., hasta aquí todo lo que respecta a armas cortas. Bueno, la verdad es que algún arma larga del calibre 9 m/m Parabellum, y .22, también fue empleada contra los agentes asesinados. En lo que respecta a calibres puramente de arma larga, estos son los que se emplearon: .280 Rem., 5,56x45 m/m OTAN, 7,62x51 m/m OTAN, 7,62x39 m/m (AK), 7 m/m y .30-06 Springfield.

Tras leer los informes de todos y cada uno de los 35 funestos sucesos, alcanzo la conclusión de que los policías de allí atienden el mismo tipo de llamadas ciudadanas, e infracciones, que aquí atendemos nosotros: riñas familiares, riñas vecinales, conductores ebrios, atracos, malos tratos en el ámbito familiar, etc., etc. Por cierto, las riñas domésticas han aportado un buen número de bajas en el estudio que ahora conocemos en este artículo. Fueron numerosos los casos de agentes asesinados cuando acudieron a una vivienda para mediar en riñas domésticas entre cónyuges, padres e hijos o entre hermanos.

Muchos de los agentes fallecieron durante la identificación de conductores que habían cometido alguna infracción de tráfico, y siempre a una distancia no superior a los 5 metros. Muchos asesinos abrieron fuego, contra los agentes, desde dentro de los vehículos, o desde la ventanilla al sentir la aproximación policial. Especialmente brutal fue el caso de un tipo que mató a 4 agentes en una cafetería mientras los policías, al inicio del turno de la mañana, tomaban un café. Fueron tiroteados con una pistola del calibre 9 m/m Parabellum, y la distancia fue la del: “…hola, buenos días…”

En Leoka/2009 todos los homicidas, excepto uno o dos, tenían en común algo y es que eran consumidores de drogas, o traficantes de ellas. La mayoría sumaba un buen número de antecedentes policiales y se encontraban en libertad condicional. Algunos tenían problemas mentales diagnosticados. Sobre las edades, eran variopintas: los había de más de 50 años, y de poco más de 20 años de edad algunos de ellos. La edad media de los agresores era de 35 años.

Lo que más me llama la atención es que todos los agentes usaban, en el momento de ser abatidos, chalecos antibalas. Insisto, todos tenían puesto un chaleco antibalas. Pocos fueron impactados en el pecho o espalda, y los que ahí eran alcanzados, lo eran justamente en la zona del torno no protegida, que es la zona próxima al cuello o a la tráquea. La mayoría de policías recibieron disparos en la cabeza. Los que sí fueron impactados en el chaleco, no pudieron sacarle partido: fueron disparados con calibres excesivamente potentes, como son los de arma larga antes referidos. Ningún chaleco policial convencional, de uso interior –tampoco los exteriores de nivel de protección IIIA, que son los de uso normal para proyectiles de arma corta- detiene los proyectiles de arma larga que se describieron en el test Leoka/2009. En algunos casos se impactó en el pecho, pero entrando la bala de modo lateral, o sea por la sisa. Si levantamos los brazos en posición de tiro, y nos disparan semilateralmente…pueden entrarnos los disparos por la zona de las axilas. Esto es frecuente por desgracia. Se me viene a la mente el asesinato del policía nacional francés, en marzo de 2010, Jean-Serge Nérin a manos de la banda de perros mafiosos eta (lo escribo en minúsculas a propósito). Nérin murió por un impacto que entró por la sisa del chaleco balístico que portaba en el momento del tiroteo.

Entre los 48 policías asesinados en 2009, había funcionarios de todos los empleos y escalas: Agentes, Cabos, Sargentos, Tenientes y Capitanes. Se ve que allí no todos los que mandan se esconden detrás de la mesa de un despacho. Ya me gustaría ver a mí a más de uno, de los que yo conozco, a las tres de la madrugada en la puerta de una discoteca deteniendo a sujetos violentos…

Muchos de los agentes asesinados no fueron capaces de hacer fuego de réplica con sus armas, pero otros sí lo consiguieron incluso estando gravemente heridos. Más difícil todavía: en un caso se produjo una traba en el arma durante el enfrentamiento. La mayoría de los enfrentamientos fueron muy rápidos, y todos muy violentos. Duraron, casi todos, entre uno y cuatro segundos, pero en otros casos hubo que usar a unidades especiales para localizar a sujetos atrincherados. No hubo muchos disparos en casi ninguno de los enfrentamientos, pero es de destacar el caso de un Capitán asesinado cuando atendía un atraco: disparó su pistola 13 veces, antes de morir, y consiguió herir a su homicida.

Entre los asesinados había funcionarios muy veteranos, y otros algo menos experimentados, pero no abundaban los novatos, auque los había. La mayoría de los policías tenían entre 30 y 40 años de edad, y contaban con una media de 8 a 10 años de antigüedad en el Cuerpo. Dos de los 48 asesinados estaban fuera de servicio. Uno de ellos acababa de terminar su turno de servicio y decidió acompañar a los policías entrantes de turno a una situación violenta: allí perdió la vida casi sin bajar de su coche. Otro agente franco de servicio, con menos de 30 años de edad y con muy poco tiempo de servicio, fue impactado con un proyectil del calibre 9 m/m Corto en la frente. Este joven agente detectó una riña en la misma urbanización en la que él residía, y decidió intervenir para separar a las partes: perdió la vida. En mi opinión, estos dos agentes, si cabe, merecen un extra de respeto y reconocimiento. El calibre que mató a ese agente, el 9 m/m Corto, no es especialmente potente, pero amigos, lo importante no es la bala sino la zona del cuerpo donde ésta acabe. Especialmente “débil” son los calibres “.22”, pero sin embargo varios agentes murieron impactados por ese calibre.

El país del que hablamos, U.S.A., es muy grande en cuanto a extensión física, y el uso de las armas de fuego, en todos los ámbitos, está ampliamente extendido, no como en España –en ese caso, gracias a Dios-. Las armas de fuego en los Estados Unidos son parte de su propia cultura. Pero no nos engañemos: todos los años hay muchos tiroteos en nuestro país, entre “buenos y malos”. Es más, que no caigan más agentes españoles en enfrentamientos no es siempre por el hecho de que no existan armas en las calles, seguramente sea otro el factor que propicia el resultado; porque armas sí que hay, ¡y ustedes lo saben!

Seguro que todos conocemos casos, en nuestras unidades, de llamadas ciudadanas en las que se habla de riñas con uso de armas de fuego, ¿verdad que todos acudimos a esas llamadas? Pues bien, seamos sinceros, ¿todos los agentes acuden con celeridad y determinación a esos comunicados de la Sala Operativa de Transmisiones…? Lo sé. Yo también conozco “sangrantes” casos de agentes que, ante esas comisiones de la Sala, rodean la ciudad para llegar cuando el violento armado se haya marchado… Bueno, en realidad muchos acuden con esa falta de compromiso a todas las llamadas, no solo a las que entrañan más riesgo.

Huir del conflicto es una buena forma de sobrevivir, no en vano es uno de los mecanismos humanos de supervivencia; ¡pero por Dios! nosotros, los POLICÍAS, no debemos, por ética y aplicación del Derecho, rehuir del compromiso profesional. Si con celeridad y compromiso se atendieran todas las llamadas, en las que se habla de uso de armas de fuego, las cifras de agentes abatidos en España serían otras.

En posteriores artículos, narraré algunos de los 35 sucesos que han formado parte del estudio Leoka/2009. Las circunstancias que rodearon a esos incidentes, a todos ellos, nos resultará de gran valor revelador. Como ya apunté antes, muchos de los compañeros “gringos” fueron abatidos durante la realización de actuaciones sencillas y cotidianas de nuestras vidas profesionales: interponer una denuncia por exceso de velocidad, mediar en una riña o tratar de detener a un vulgar ladrón, puede acabar con un policía derramando su sangre en el asfalto de una carretera o en la entrada de una vivienda o supermercado.

Cuídense mucho ahí fuera, sus familias se lo agradecerán más que sus jefes, pero no dejen de cumplir con sus obligaciones, eso sí, tomando precauciones. ¡Ah!, no confundan lo de tomar precauciones con el abandono de las obligaciones. Algunos venden humo, otros venden profesionalidad, ¿que venden ustedes? Por cierto, sin medios, pero con compromiso y profesionalidad, se vende algo más: dignidad, orgullo y honor. De todos modos, ¿de qué estamos hablando…? ¡Demasiados no creen en lo que representan…!

sábado, 27 de noviembre de 2010

Jornadas Técnicas de Tiro Defensivo con Arma Corta: San Fernando 2011

Organiza: grupo NEXUS SEGURIDAD. Fecha: 23 y 24 de febrero de 2011. Dirigido: profesionales de la Seguridad Pública. Lugar: San Fernando (Cádiz). Expone: Ernesto Pérez Vera.
Reserva tu plaza y llama a este teléfono: 627 413 434 ó en este email: info@policialocalalgeciras.es
El empleo del arma corta -hoy por hoy la pistola semiautomática- va unido a la propia existencia del profesional de la seguridad. Se trabaje en ámbitos policiales o militares, urbanos o rurales o incluso en zonas de guerras, una pistola siempre será un buen amigo para quien la porta. Pero no nos engañemos: portar un arma no implica una seguridad real para el portador, eso sí, aportará una seguridad subjetiva: a quien la lleva, le hará creer que está seguro. Sinceramente, esto ayuda pero no salva vidas…

Muchos son los que creen que por el hecho de ser profesionales del ramo ya son expertos profesionales en el empleo y uso del arma. Lamentablemente es un error que muchos descubren demasiado tarde; y el que cree lo contrario lo hace por haber creído que lo poco que le enseñaron era bastante. Conocer el funcionamiento básico de la pistola, o memorizar todas sus características físicas y mecánicas, no significa que se pueda hacer un uso acertado en situaciones extremas. Y por favor, no crean que un uso correcto de la pistola –extensible a todas las armas-, para un profesional, es hacer dieces en un blanco. Eso es relativamente fácil, lo podrían hacer hasta los niños. Lo difícil es sobrevivir a un encuentro armado que está en marcha…eso no es tan sencillo. ¿Acaso creen que todos los tiradores deportivos son capaces de ir a detener atracadores armados…? Claro que no. Ni se lo plantean.

Ustedes que han visto la muerte, más o menos de cerca, lo saben: la muerte no tiene sexo, pero engaña. La muerte solo tiene cojones, y para salir vivo de un encuentro con ella solo hay que tener suerte y tiempo para cogerle el cuello con una mano y dispararle con la otra. Eso no lo hacen quienes disparan por diversión. Tampoco es sencillo para aquellos profesionales que poseen un manejo básico, eso es lo que yo llamo: saber no volarse un pie. Esa es la formación general que poseen los profesionales españoles que trabajan con armas cortas, parece exagerado, pero solo es una dura verdad muy desconocida que se oculta interesadamente.

En estas jornadas vamos a ver que capacidades lesivas poseen los proyectiles que disparan las armas cortas de dotación en nuestras fuerzas de seguridad. Vamos a aprender a identificar los distintos tipos de proyectiles reglamentarios en las fuerzas policiales, y también aquello que podrían ser usados a nivel privado por sus integrantes. Descubriremos que nos han engañado durante años: los cartuchos de punta hueca NO ESTÁN TOTALMENTE PROHIBIDOS. Conoceremos por que un calibre .22, que en principio suena a muy grande (por la cifra 22) es, en realidad, un calibre de diámetro “escueto”. En esa misma línea aprenderemos que significa que un colega nuestro, en otro país, emplee un calibre .45 ACP ó un calibre .357 Magnum.

¿Serán capaces de montar el arma corta –también la larga- con guantes, cuando además les estén atacando…? ¿Qué es más seguro: llevar el arma con cartucho en recámara o alimentarla en el fatídico instante en que los están acometiendo…?

¿Realmente creen que el enemigo les dará tiempo a “buscar” el arma…desenfundarla…montarla…quitar seguro…disparar…y acertarles…?
Aunque el enemigo sea lento y nos de tiempo: ¿creen que sabrán, o podrán, hacer todo lo que hay que hacer…?

¿Han entrenado ejercicios de tiro con la mano débil, simulando estar heridos en la mano fuerte..? ¿Podrán recargar con una sola mano…? ¿Acaso se lo han planteado alguna vez?

¿Sabrán devolver con garantías de eficacia, y con celeridad, a fuego una pistola trabada –los mal llamados encasquillamientos-?

Estas jornadas están concebidas para ayudar, a quienes participen de ella, a conocer lo que ocurre en el cerebro cuando los sentidos lo ponen en alertan por riesgo inminente y grave. Lo que perciba el ojo, dictará lo que hagan todos los órganos del cuerpo, y no podremos ir contra ello. La fisiología manda.

Estudiaremos casos reales de enfrentamientos armados ocurridos en nuestro país. Veremos los resultados vitales y judiciales de esos enfrentamientos. Disparar por disparar…JAMÁS, pero no disparar por miedo…TAMPOCO. Descubramos y desmontemos mitos y leyendas urbanas.

Emplearemos técnicas sencillas y básicas que se adaptan a muchas situaciones, y lo mejor es que esas técnicas no deben ser memorizas muscularmente: nos salen per se, por tanto, aprovechemos el instinto de supervivencia.

¡¡¡NO MÁS MENTIRAS!!!

Reserva tu plaza y llama a este teléfono: 627 413 434 o en este email: info@policialocalalgeciras.es

Imprescindible:
- Documentación de las armas
- Protección ocular y auditiva
- Mínimo dos cargadores: uno en arma otro en cinturón
- Funda de arma y portacargador
- Linterna de porte diario
- Chaleco balístico opcional, pero se recomienda y es de uso diario. Idem con guantes
- A ser posible, ropa de trabajo (uniforme)
- 250 a 300 cartuchos

domingo, 14 de noviembre de 2010

EL GOIP DE LA POLICIA LOCAL DE TARIFA LLEVA A CABO UNA CAMPAÑA DE PREVENCIÓN DE DROGADICCIÓN EN LOS CENTROS EDUCATIVOS

Presencia policial en las inmediaciones de los institutos y charlas sobre las consecuencias de la droga completan esta actuación preventiva de los agentes.

Dentro del dispositivo preventivo contra el consumo de sustancias estupefacientes entre la población joven, el Grupo Operativo de Intervención y Prevención Policial (GOIP) de la Policía Local de Tarifa, lleva a cabo desde el inicio del curso escolar una campaña especial en los propios centros educativos y los aledaños de estos en tal sentido.

Así, la presencia de un dispositivo policial en horas que coinciden con la entrada y salida de los centros y el horario de recreo, es latente y continuada. Pero al margen de la presencia policial, la campaña de prevención se acentúa con charlas que los agentes imparten en los institutos a los alumnos de enseñanza secundaria. Una población joven que coincide en edad con la población que se acerca por primera vez a las sustancias psicotrópicas. Para evitarlo, las charlas que imparten los agentes se centran en la tipología de las drogas más comunes y fáciles de adquirir, sus efectos y consecuencias.

Las charlas se han impartido ya en el instituto Almadraba y se continuarán desarrollando en otros institutos y centros educativos de la localidad. Además, los agentes imparten charlas sobre el absentismo escolar que entre otros factores determinantes suele estar vinculado en ocasiones con el consumo de droga a edades tempranas.

Fuente: Tarifaaldia
Fecha: 06/11/2010

viernes, 12 de noviembre de 2010

LA REALIDAD DE LOS ATAQUES CON ARMAS BLANCAS

Os escribo a policías y a no policías. Los primeros seguramente seréis conscientes más rápido que los segundos, pero todos debéis daros cuenta de la realidad.
Antes que nada os pido a los que no sois policías que cojáis un cuchillo de la cocina (uno afilado) y volváis al ordenador. Tocar su punta. Miradlo. Presionarlo un poco contra la piel de vuestro brazo, pierna y barriga.

Bien, ahora imaginaros ese cuchillo en manos de una persona que quiere agrediros, una persona bajo los efectos de la cocaína o con un brote esquizofrenia muy agresivo. Esa persona se encuentra a un metro de distancia de ti. Quizá menos,,,,probablemente menos. Y para colmo, tú no sabes que tiene un cuchillo por lo que un ataque suyo es algo imprevisto.

Bueno, ahora decidme ¿cómo reaccionariais? ¿Realmente podéis decir cómo reaccionariais? Y ante la pregunta "¿Sería congruente y proporcional utilizar el arma de fuego reglamentaria contra esa persona?" ¿qué contestaríais? Mientras pensáis la respuesta puedo deciros, sin lugar a dudas, que ese agresor ya ha tenido tiempo para atacaros 5 veces. Exacto, son momentos que ocurren en décimas de segundos. YA ESTARIAIS MUERTOS.

En fin, para los que seáis policías: estad atentos en todo momento, desconfiad de todo, y prevenid lo máximo posible cualquier ataque.
Para los que no lo sois, valorar la situación del policía antes de decir que una actuación policial ha sido desproporcionada o con uso desproporcional de la fuerza.

Formación israelí!

Estos día todos habreís leído y visto en TV el tiroteo de dos PL de Madrid a un esquizofrénico que les atacó con un arma blanca

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/05/06/madrid/1273172454.html

Muchos han sido los comentarios de ¿periodistas?, Ana Rosas Quintanas, Susana Grisos y demás listillos que pululan por este país, incluídos muchos compañeros que deben ser la ostia, por que son la mar de listos y ellos todo lo solucionan.

Pues aquí os dejo un video de Youtube en el que se ve el entrenamiento de policías israelíes ante amenaza de arma blanca. Ved de principio a fin y valorad. Pásalo a todos los compañeros. Hay que mentalizarse.
En una situación así, valorad vuestra vida, y si una persona quiere hacer daño, tened por seguro que os lo hará! Porque señores, esto no son las peliculas donde el bueno siempre gana y uno no se mancha ni la camisa... amigos, compañeros aquí todos somos personas y las heridas duelen, a nuestras familias les duele, así que por favor valorad la situación antes de nada!

http://www.youtube.com/watch?v=KM7hGnW6rhA

jueves, 11 de noviembre de 2010

UNA VEZ MÁS, A POLEMIZAR: LA PROPORCIONALIDAD EN LA LEGÍTIMA DEFENSA PARA EL AGENTE DE LA AUTORIDAD

Ernesto Pérez Vera

Una vez más, ha pasado. Hace unos días, un compañero de la Policía Municipal de Madrid –así se llama formalmente y en “papeles” al cuerpo de P.L. de la capital del reino de España- ha sido acometido por una persona que portaba un arma blanca. Por suerte, el agente no resultó herido. No fue alcanzado por su atacante porque, con eficacia y pericia, el funcionario consiguió abatirlo con varios disparos efectuados con su pistola reglamentaria, y además, sin provocar su muerte.
La polémica, una vez más, está en la calle. El policía disparó a un sujeto que, aunque quería asesinar al funcionario, no solo no lo consiguió sino que lo trataba de hacer con un arma blanca. Muchos son los que creen que extraer el arma de la funda, y sobre todo disparar a alguien, es de locos, -aunque nos estén intentado matar- y que no se debe hacer para no acabar en prisión. Lamentablemente, no solo los legos y no profesionales lo creen y lo manifiestan cuando “toca”, sino que, tristemente, muchos agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad están agarrados a esa creencia. Ese pensamiento se tiene por diversos motivos, siendo el primero de ellos el de la ignorancia y el desconocimiento legal sobre ésta y otras materias.

Partiendo de la base de que la inmensa mayoría de agentes de la Fuerzas de Seguridad, en España, no son hábiles y seguros tiradores contra los blancos de cartón, en la galería, ¡que se puede esperar de ellos cuando se trata de usar el arma contra un ser humano, aún para defender la propia vida! Lo que se espera es algo que pocas veces se consigue. La mayoría de la agentes salen de las Escuelas de Policía, sean del cuerpo que sean, con la idea, “marcada a fuego” casi siempre, de que no deben sacar el arma nunca de su funda.
Si acaso, se les dice que solo en casos muy concretos podrán sacarla de su funda, pero que para disparar deben de ser, antes de nada, disparados por el agresor.

Demasiadas veces, me encuentro con muchos que creen eso. Les dicen, ¡joder! nos dicen: “…debes ser proporcionado…si te disparan…dispara tú, de otro modo, no actúes jamás…” también se nos dice: “…ante un cuchillo no dispares nunca, no es proporcionado…”, sin que el listo que pronuncia la frase, y la “marca a fuego” en la mente del alumno, explique que un cuchillo, machete, martillo, maza o hacha por ejemplo, son, a corta distancia, tan letales o más que un arma de fuego. Ahora, digo yo, ¿por qué no explica eso el profesor…? Sencillo, no lo sabe y no se lo plantea. Generalmente, los instructores –salvo honrosas excepciones- no tienen experiencias reales en el desarme de malvados y tampoco en enfrentamientos reales. Pero sobre todo, muchos instructores viven muy bien y muy cómodamente en un despacho o en una galería de tiro.

¡Qué fácil es criticar desde casa o desde la barra del bar de enfrente! Tras cada incidente de esta índole, -agentes que disparan a sujetos armados con armas NO de fuego, pero que están siendo víctimas de ataques serios y graves- y sea cual sea el resultado final, muchos se apresuran a decir lo que ellos, que precisamente jamás viven situaciones similares, harían ante esas situaciones. ¡Que atrevida y valiente es la ignorancia!

Entro en materia. El incidente, hace unos días, en la Puerta del Sol de Madrid, -así ha sido bautizado por los medios de prensa- está dando mucho que hablar y está haciendo gastar mucha tinta. Yo, con los datos que la prensa hace públicos y con la información que me llega desde fuentes cercanas a la P.M. de Madrid, no veo nada ilícito ni irresponsable en la acción defensiva del agente de Policía. La nota más triste de todo es que un ciudadano, ajeno al enfrentamiento, ha perdido la visión de un ojo. Lamentablemente, un trozo de proyectil, según parece, alcanzó la cara del particular que pupulaba por las cercanías del Kilómetro Cero del país. De todos modos, y con los datos que florecen, ese trozo de proyectil salió del cuerpo del asaltante homicida. Existió lo que se denomina: sobrepentración. Un proyectil, o trozo de este, abandonó el cuerpo impactado primitivamente, pero esto no debe ser reprochado al agente. La prensa está hablando de rebote, pero no necesariamente ha sido eso, aunque tras la sobrepenetración, se puede, también, producir un rebote.

La sobrepenetración no es más que una consecuencia del empleo de una munición poco o nada acertada para uso policial, menos aún en entornos urbanos. La munición era semiblidada, una de las más usadas en España por los agentes de policía de todos los cuerpos. Aunque algunos la consideran ideal, NO lo es. Es tan perforadora, en cuerpos humanos, y en objetos del entorno cotidiano y urbano, como los proyectiles blindados. A los policías deben de entregárseles mejores medios, y tratándose de munición, la que usamos en España, de modo mayoritario, no es nada acertada. Usamos munición peligrosa, munición proclive al rebote y a la sobrepenetración. Mientras se siga sin oír a los que saben del tema, seguiremos viviendo incidentes con “daños colaterales”. La Administración, de una vez por todas, debe recapacitar. Numerosos estudios avalan esto que acabo de decir. Esto es algo que se debe tratar en otro debate, ahora seguimos con lo que estábamos.

Volviendo a la proporcionalidad. Mientras doy inicio a este artículo, un nuevo hecho se ha producido. Hace unas horas, hoy mismo, en Güeñes (Bizkaia), agentes de la policía autónoma vasca han tenido que disparar contra un hombre armado con dos cuchillos. El sujeto, a muy corta distancia y tras abrir la puerta de su domicilio a los agentes, los ha acometido. Por suerte, ningún agente fue alcanzado por las “dentelladas” de acero. Ahora, los “listos”, descargarán otra vez su ignorancia y sus iras. Seguro que estos listillos opinan que los agentes debieron emplear, para su defensa ante los cuchillos, una extensible, otro cuchillo o las técnicas de los compañeros de Texas: Walker and Triveb.

Estos listos, hablarán de proporcionalidad, y dirán que, ante un cuchillo, jamás se debe disparar. Para estos señores, un tipo que acomete con un cuchillo no es letal; esto, puede ser cierto si el atacante está a 20 metros de distancia, pues a esa distancia, quizás podamos emplear otros medios de defensa, pero claro, si se poseen esos medios. Pero si ese mismo sujeto, armado con el mismo cuchillo, inicia su letal ataque a solo 3 ó 4 metros de distancia…la cosa cambia. Miren este enlace, es un entrenamiento, pero a esas distancias, y sin avisos previos, que es como se producen los ataques…esto es lo que pasa: http://www.youtube.com/watch?v=9WoCs82Pw1k&feature=related
Señores: sobrevivan, entrenen y estudien; sus hijos, cónyuges, padres y hermanos se lo agradecerán algún día. Con suerte, algún compañero o Jefe también se sentirá agraciado por el hecho que ustedes salgan vivos de un encuentro. Con un entrenamiento acertado y con buenas dosis de conocimientos jurídicos, no deben temer mucho. Con esos factores de nuestro lado, solo la mala suerte puede ser nuestra enemiga, amén del agresor.

Debemos recordar algunas cuestiones legales, vamos a repasarlas. Nuestro vigente Código Penal, en su artículo 20 establece las causas que eximen de la responsabilidad penal. Son numerosas las causas que eximen del reproche penal, pero reflejaré las que pueden ser atendidas en función de las circunstancias profesionales o personales de casi todos los que estáis ahora leyéndome, son estas:

Está exento de responsabilidad criminal el que obre en defensa de la persona o derechos propios o ajenos, siempre que concurran los requisitos siguientes:

1º.- Agresión ilegítima. En caso de defensa de los bienes se reputará agresión ilegítima el ataque a los mismos que constituya delito o falta y los ponga en grave peligro de deterioro o pérdida inminentes. En caso de defensa de la morada o sus dependencias, se reputará agresión ilegítima la entrada indebida en aquélla o éstas.
2º.- Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla.
3º.- Falta de provocación suficiente por parte del defensor.

El que, en estado de necesidad, para evitar un mal propio o ajeno lesione un bien jurídico de otra persona –provocar lesiones o la pérdida de la vida, por ejemplo- o infrinja un deber, siempre que concurran los siguientes requisitos:

1º.- Que el mal causado no sea mayor que el que se trate de evitar.
2º.- Que la situación de necesidad no haya sido provocada intencionadamente por el sujeto.
3º.- Que el necesitado no tenga, por su oficio o cargo, obligación de sacrificarse.
1. El que obre impulsado por miedo insuperable.
2. El que obre en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo.

Esta frase, creo que deja clara muchas cosas, o debiera: “el que obre en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo”. Señores, los Policías no es que podamos usar las arma de fuego u otras, -que por cierto, “gomazos” damos muchos y siempre proporcionadamente a la agresión, pues con las pistolas igual, la misma proporción ha de considerarse- sino que estamos OBLIGADOS A ELLO. Seguro que podemos plantear un supuesto en el que un Policía podría ser condenado por NO usar su arma de fuego, en vez de ser condenado por usarla.

Lean esta definición de de legítima defensa y mediten sobre ella: “el defensor debe elegir de entre varias clases de defensas posibles, aquella que cause el mínimo daño al agresor –naturalmente, elegirá entre los medios de que dispone en ese preciso instante-, pero NO por ello tiene que aceptar la posibilidad de daños a su propiedad o lesiones en su propio cuerpo –no necesariamente debe haber sido herido para defenderse-, sino que ESTÁ LEGITIMADO para emplear, como medios defensivos, los medios objetivamente eficaces que permitan esperar, con seguridad, la eliminación del peligro –medios que garantiza la eficacia-

Hace unos días, coincidiendo en la misma semana de los hechos del Policía Local en la Puerta del Sol y de los agentes vascos en Güeñes –hoy mismo-, hemos conocido la sentencia absolutoria a un Policía autonómico catalán. En mayo de 2007, un agente de los Mozos de Escuadra mató, de varios disparos, a un enfermo mental que le atacó, a él y a otros, con un pico. Ningún agente resultó herido, pero estuvieron apunto de serlo. Por ello, el agente con el único medio eficaz que poseía –la pistola-, disparó numerosas veces. En aquella ocasión, a ese Mosso lo “crucificaron vivo” pero hoy, como algunos esperábamos, ha sido absuelto de todo cargo. El Mosso obró en el ejercicio de un deber con ocasión de estar ejerciendo su cargo, y empleó un medio proporcionado al pico con el que lo acometieron. Empleó el único medio eficaz del que disponía, ¡y atentos! digo eficaz. Las lesiones que el pico podía provocar en el cuerpo del agente, podrían haber sido incluso más letales que los disparos efectuados por el propio funcionario.

La Justicia no ha pedido al Mozo, ni a sus jefes, que porte un pico en los maletero del coche patrulla, ni que los demás agentes de patrullaje a pie los porten a la espalda cual gastadores. La proporcionalidad no es equivalente a emplear el mismo utensilio defensivo y atacante, entre la víctima y el agresor. La proporcionalidad hace referencia al uso de medios, -los que se posean en ese instante- que puedan, con eficacia, paralizar una acción que, de no ser detenida con firmeza, producirá lesiones graves o la pérdida de vidas. Ahora bien, y esto es otro tema, cercano pero otro tema, si las causas que motivan el empleo del arma, desaparecen –se agota la letal agresión- no procede el empleo de la defensa que se iba, en principio, a emplear.

El uso del arma de fuego, cuando todo apunta a que hay que usarla, debe ser instantáneo y coetáneo con el ataque, no antes de que se produzca y NO después de ello. Debe ser algo instantáneo, lo uno y lo otro: el ataque y la defensa. De no ser así, se deben derivar responsabilidades penales de quien efectúa la defensa, “a tiros” de modo atemporal. Esto es aplicable a todo tipo uso de defensa, no solo a la que se efectúa “a tiros”.

Lógicamente, a todos nos asusta el hecho de vernos imputados por lesiones u homicidio, incluso cuando las pruebas tomadas “apuntan” a que se obró conforme a derecho. A ninguno nos gustaría estar procesado por hechos del “corte” de los que venimos tratando. De todos modos, creo que es natural que, a quien provoca la muerte de otro ser humano, se le procese por ello; después, si toda se hizo como se debe, y las pruebas así lo acreditan –estoy seguro de que con los medios de los que hoy se disponen, las cosas siempre se pueden acreditar- no habrá que temer nada. Pero sí, es cierto y lo repito: a nadie le gusta estar en esa dura situación de pena de “banquillo”.

Sobre este tema podríamos estar horas hablando y escribiendo, pero hay que ir concluyendo. Tengo que decir que si nosotros mismos, o sea, los que nos defendemos de los acometimientos, con armas de fuego, somos los que más leña echamos al fuego con la incredulidad y la ignorancia, flaco favor hacemos al colectivo, a la verdad y a la justicia. Después, cuando pasan las cosas, queremos que nos comprendan y nos entiendan, también que nos crean. Pero sin embargo, dentro del colectivo somos nosotros los que empañamos la realidad, y siempre por desconocimiento y atrevimiento al hablar. Así, de ese modo, alimentamos y creamos mitos y leyendas urbanas. Sean coherentes, si no son doctos en un tema y para colmo no poseen datos concretos de un hecho particular, no “escupan” comentarios u opiniones gratuitas que, casi nunca, le son solicitadas.

Otrosí digo: y continuamos para “bingo”.

Tras llevar dos semanas escrito este texto, y también publicado y leído en diversos medios digitales, vuelve a pasar. Hace solo cuatro días, en Madrid, más de lo mismo: un agente de Policía, en este caso del C.N.P. se ha visto obligado a disparar a un sujeto que, con extrema violencia, acometió, provisto de armas blancas, a los funcionarios que lo trataban de identificar. Parece que existió, una vez más, sobrepenetración, pero esta vez, por suerte, sin lesiones a terceros.■

sábado, 23 de octubre de 2010

ROYAL GIBRALTAR POLICE (3ª parte y última)

Por: Ernesto Pérez Vera

Sección Marítima de la R.G.P.: la verdad
Esta sección policial, como no podía de ser de otro modo en una urbe rodeada de agua, es de vital importancia para la Royal Gibraltar Police. Aunque en los últimos tiempos, en los medios de prensa se han hecho muy populares por incidentes internacionales en aguas de “conflicto” político-histórico, los agentes que conforman esta sección, incluyendo al Sargento Jefe Roy Pérez, tienen clara una cosa: la Guardia Civil española, así como el resto de fuerzas policiales de nuestro país, son “hermanos” con un mismo fin. El Sgto. Pérez lo expresó muy gráficamente y puso varios ejemplos: ser policía en el mar es muy distinto a ser policía en una calle de tierra firme. Cuando están de noche en el mar, con tormenta, y en situación de riesgo policial por persecuciones a narcotraficantes, contrabandistas, o en misiones de rescate, ver a una patrullera de la Guardia Civil es siempre una grata y bien recibida sorpresa. Hace pocas semanas –en abril- participaron en una operación conjunta de rescate de náufragos y drogas. Alguno de los náufragos eran inmigrantes norteafricanos y los patrones de las embarcaciones que los introducían en Europa.

Lejos de lo que pueda creer la ciudadanía, tras la lectura de artículos periodísticos sobre política, la relación entre la Guardia Civil y la Royal Gibraltar Police, tanto en tierra como en el mar, es muy cordial, es de camaradería total. Como muestra de lo anteriormente expresado: la entrada a las dependencias de la Sección Marítima de la R.G.P. la preside una metopa de la Comandancia de la Guardia Civil del Campo de Gibraltar, con sede en Algeciras.

Durante la visita que llevé acabo a la Sección Marítima, el Sargento Pérez, Jefe de esta sección, me mostró todo el equipo del que dispone para el trabajo diario. Tanto es así que pude disfrutar de una veloz y “húmeda” patrulla en aguas gibraltareñas.

La Sección Marítima fue fundada en el año 1944, durante la 2ª Guerra Mundial, y desde entonces y hasta la fecha actual, siempre ha estado dotada de los más modernos medios disponibles. En la actualidad, esta señera sección policial opera con un total de 4 embarcaciones. Las más conocidas, y desde la distancia identificadas como embarcaciones policiales, son las patrulleras. De este tipo de barcos disponen dos unidades. La más pequeña de ellas es de 10 metros de eslora y monta 2 motores intraborda de la marca PERKINS de 215cv cada uno. Este tipo de embarcación, con las apropiadas condiciones de la mar, puede alcanzar una velocidad de 20 nudos.

La otra patrullera es algo más grande y suma un total de 12,80 metros de eslora. Al igual que la anterior, monta dos motores intraborda, pero en esta ocasión de la marca SCANIA y de 240cv de potencia, cada uno. La velocidad que puede alcanzar es de 25 nudos.

Para misiones que requieren de altas velocidades, como la represión del contrabando o del tráfico de drogas, se emplean embarcaciones semirígidas de goma, tipo zodiac, poseyendo, en estos momentos, dos en servicio. Como antes referí, tuve el placer de patrullar en una de estas embarcaciones, concretamente en la de 12 metros de eslora y de la marca NARWHAL. Esta impresionante embarcación está dotada de tres potentes motores de la marca YAMAHA de 250cv cada uno, ¡ahí es nada! Este barco alcanza los 58 nudos de velocidad máxima.

La otra “goma” de la R.G.P. estaba en periodo de mantenimiento cuando se efectuó la visita de War Heat a La Roca. Esta embarcación es de la marca MADERA y monta tres potentísimos motores de la marca MERCURY de 300cv cada uno, sin embargo, es de 10,5 metros de eslora.

Para acceder a este destino policial, los agentes aspirantes deben llevar, al menos, 2 años de servicio en el cuerpo y además de poseer la titulación marinera correspondiente y que expiden las autoridades marítimas civiles de Gibraltar. La unidad dispone de 4 instructores muy experimentados, naturalmente agentes en activo de la sección. Estos instructores “ponen al día” a los agentes de nuevo ingreso en la unidad.

Al mando del Sargento Roy Pérez, no solo están los agentes marineros, sino que los buzos –así le llaman a los submarinistas- dependen directamente de su mando. Por tanto, dentro de la Sección Marítima están los 4 agentes especialistas en actividades subacuaticas de los que dispone, de modo permanente, la R.G.P. Los turnos de trabajo de la Sección Marítima son los clásicos de cualquier unidad convencional de policía: Mañana-Tarde-Noche. En cada turno hay dos embarcaciones operativas, cada una con un mínimo de 2 agentes y como era de suponer, en cada turno hay un agente especialista en actividades subacuáticas, si bien, éste, no tiene por que estar embarcado durante su turno de servicio. Por cierto, también en esta rama, la R.G.P. posee a dos instructores acreditados por P.A.D.I. (Asociación Profesional de Instructores de Buceo).

Sección Táctica y las armas de fuego en el seno de la R.G.P:
Para las situaciones policiales de máximo o potencial riesgo, la Royal Gibraltar Police dispone de una Sección Táctica. Este equipo de hombres está gobernado por el Inspector Ian Waves y se compone de un total de 15 hombres. El Inspector Hoves, además de ser el Jefe de esta Sección, es, también, el Consejero Táctico del Comisario Wink, Jefe del Cuerpo. La titulación de Consejero Táctico se obtiene en el Reino Unido tras la superación de un curso de 6 semanas de duración en el que se adquieren amplios conocimientos en instrucción de tiro y en manejo de armas.

Para pertenecer a la Sección Táctica, cualquier agente aspirante a ello, debe llevar un mínimo de dos años de antigüedad en la R.G.P. y superar, en el Reino Unido, el curso táctico de 4 semanas de duración. Otro curso al que se puede optar, si se posee la antigüedad exigida, es el de Close Protection –lo que en España llamamos Protección de Personalidades o Escolta- que durará 6 semanas y que se realizará, como los anteriores, en el Reino Unido. Por cierto, el cuerpo posee dos especialistas en la mecánica de las armas reglamentarías, los cuales han sido formados, para tal fin, en un curso de 5 días de duración. Los centros de formación que utiliza la R.G.P. en el Reino Unido están homologados para estos fines formativos. Todos los profesores, empleados en esos centros de adiestramiento, son especialitas y experimentados agentes.

La política interna de la Royal Gibraltar Police es muy particular en lo relativo al trabajo con armas de fuego. Solo se trabaja armado cuando se determine reglamentariamente, y lo harán aquellos que voluntariamente han solicitado la formación precisa para ejercer policialmente con armas de fuego. En la actualidad, aproximadamente, una quita parte de la plantilla está habilitada, formalmente, para trabajar con las armas de fuego de las que se dispone en el Cuerpo.
El curso de adiestramiento, en el empleo de armas de fuego, se realiza de modo interno y en la misma Roca, y dura 3 semanas. Esta formación la imparten los Instructores de Tiro del Cuerpo, uno de ellos es el mismo Jefe de la Sección Táctica, pero hay dos más. Para acceder a esta parcela formativa, solo es preciso poseer un año de antigüedad en el puesto de funcionario de Policía. Si no se superan los mínimos exigidos, se considera no superado el curso, por tanto, quien no lo supera seguirá sin poder portar armas en el servicio.

Durante el curso, se estudia legislación en lo relativo al uso de la fuerza y la proporcionalidad y también se conocen las leyes locales e internacionales relacionadas con el empleo de las armas de fuego. El manejo, la limpieza y las características de las armas reglamentarias son otras parcelas a estudiar por los aspirantes a la habilitación de “armados”. Sobre balística también reciben nociones los cursillistas, cosa que veo muy acertada y que no se hace en nuestro país. Un agente debe saber hasta donde podría llegar un proyectil disparado por él, así como los disparados contra él; creo que no se precisan más explicaciones.

En el terreno práctico, los agentes disparan, durante el curso de 3 semanas, un total de 400 cartuchos con la pistola Glock-17 y otros 400 cartuchos con el subfusil HK-MP5, ambos del calibre 9 m/m Parabellum. Como se dijo antes, durante el tiempo que se manipulan las armas, sea en servicio o en la galería de tiro, se ha de usar, de modo inexcusable, el chaleco antibalas.

Los agentes que se encuentran habilitados para el empleo de armas de fuego, anualmente son evaluados por los instructores. El programa anual de formación es muy exigente, y quien no supera los mínimos establecidos es despojado de la tarjeta que le habilita para trabajar armado. A grosso modo, se podría decir que existen tres planes de entrenamiento dentro del plan anual, uno para agentes uniformados, otro para los que operan como escoltas y otro para los agentes destinados en la Sección Táctica. Por cierto, esta sección funciona a tiempo parcial, es decir: se activa cuando es preciso. Mientras tanto, sus 15 agentes realizan servicios normales en cualquier unidad del cuerpo, pero siempre han de estar localizados.

Los agentes que están autorizados a trabajar con armas y de uniforme, por ejemplo los que están presentes en la Terminal del Aeropuerto, acuden al campo de tiro un total de 8 días al año, y siempre en grupos consecutivos de dos días. Los que trabajan en misiones de escolta acuden 12 días al año al campo de tiro. Debo decir que estos agentes “protectores” son empleados para cubrir las necesidades que vayan surgiendo con las visitas de altos mandatarios británicos o extranjeros a tierras gibraltareñas, aún cuando las autoridades puedan acudir con su propio servicio de protección. Los miembros de la Sección Táctica entrenan, con sus armas, 4 semanas al año y no siempre en Gibraltar.

Los agentes adscritos a la Sección Táctica tienen asignados, cada uno de ellos, una pistola y un subfusil de los referenciados en párrafos anteriores. También poseen chalecos antibalas de nivel de protección IIIA reforzados con placas adicionales en pecho y espalda, casco de protección antibala y varios escudos de protección balística. Todos los productos balísticos, reseñados, son de la marca británica LBA Int. Limited.

Medios técnicos de aperturas de puertas y ventanas (arietes, palancas, gatos hidráulicos, etc.) también son empleados por los agentes de esta unidad. La funda de pistola que emplean es del tipo pernera siendo, en este caso, de la marca Uncle Mikes modelo Pro3. Las gafas tácticas de protección, que todos los agentes de este equipo utilizan, son de las Black Hawk modelo Hellstone. Por último, la ropa: botas de la marca Mágnum modelo classic y mono de intervención, con protección al fuego, de la marca Derby Unitec Limited.

Una vez al año, al menos, se activa la célula de emergencias para realizar maniobras o ejercicios simulados, participando de en ellos todos los “actores” que establecen los protocolos. Para esos casos, los agentes habilitados en el empleo de armas reciben la formación precisa para apoyar, desde un segundo círculo, al equipo de asalto.

Durante los ejercicios de tiro anuales, todos los tiradores efectúan 50 disparos con cada arma, teniendo que alcanzar, en el blanco, un mínimo del 70% de impactos para poder seguir habilitados como agentes “armados”. Tanto cuando entran de servicio normal con armas, como cuando las toman para entrenar con ellas, los agentes deben firmar una hoja de registro y control de armas. En la hoja no solo se anota la hora de entrada y salida del arma de su bunker sino que el agente firma que no ha bebido alcohol en las 12 horas anteriores y que no ha ingerido fármacos que puedan afectar a su capacidad de conciencia. Las administraciones españolas deberían tomar ejemplo de algunas cosas, y no lo digo por nada en concreto…

Para misiones policiales que puedan requerir del empleo de francotiradores –snipers- la Sección Táctica recurre a los tiradores del Royal Gibraltar Regiment, a los cuales, de modo temporal, el Comisario Jefe les atribuye poderes policiales. Del mismo modo se actúa cuando se precisa de los técnicos en desactivación de explosivos.

Aunque no está directamente relacionado con el tema del tiro, debo decir que la R.G.P. dispone de un equipo especializado en la detección y localización de explosivos o armas. Para ello, disponen de medios técnicos reveladores de la presencia artefactos o armas ocultos en cualquier objeto o lugar. El mayor uso que se hace, de este equipo de trabajo, coincide con la visita al Peñón de altos dignatarios nacionales o extranjeros o con ocasión de desfiles y paradas militares u otras ceremonias.

Agradecimientos:
Para realizar este trabajo, el autor contactó, en diciembre de 2009, con el Comisario Louis Wink, el cual, desde el primer instante se mostró conforme con la idea de hacer un reportaje sobre el cuerpo de su digno mando. Wink ha sido, en todos los contactos mantenidos con él, extremadamente cortés y abierto a la colaboración, por ello este articulista, por siempre, le estará agradecido y en continua deuda.

El Inspector Jefe Ian McGrail, Jefe de Asuntos Internos, entre otros cargos, fue designado por el Comisario Wink para que sirviera de enlace entre War Heat Internacional y la Royal Gibraltar Police. Finalmente, el mes de abril fue el elegido para la realización del trabajo, consistiendo, éste, en visitas y entrevistas por todas y cada una de las dependencias que yo, como autor del reportaje, iba estimando oportuno en cada momento. Debo agradecer a mi amigo McGrail, con el mismo calor que a Louis Wink, el trato brindado en todo momento, así como los presentes otorgados, en especial la metopa de la Royal Gibraltar Police y el libro conmemorativo del 175º aniversario de la fundación del Cuerpo, ambos con dedicatoria del Jefe del Cuerpo. Del mismo modo, a Ian le agradezco el regalo del típico casco de Bobby con el emblema de la R.G.P.

Al resto de mandos y agentes de la R.G.P., que han colaborado, les estoy muy agradecido, y el nombre de varios de ellos queda perpetuado en este trabajo.

Publicado en tres partes por la revista War Heat Internacional: números 90, 91 y 92, durante junio, julio y agosto de 2010

miércoles, 13 de octubre de 2010

EN LAS FUERZAS POLICIALES: ¿qué nos lleva a querer ascender?

Por: Don Gonzalo

La mayoría de los que ingresamos en los Cuerpos de Seguridad no lo hacemos con la intención, de antemano, de ascender en la institución. Digo la mayoría. Sin embargo, cuando van trascurriendo los años dentro de la organización, algunos que jamás se lo plantearon, por diversos motivos, deciden probar suerte y opositan en promoción interna. Esto es siempre loable y lícito. Pero cuando uno ve tantas y tantas barbaridades -locuras muchas de ellas- se pregunta: ¿por qué fulano o mengano han ascendido…qué los movió a ello… quien los apoyó? Precisamente, si me pregunto eso es porque fulano y mengano fueron siempre funcionarios manifiestamente nada comprometidos y poco cualificados, aún así… ¡ahora tienen mando sobre los que “ayer” eran sus iguales de empleo!

Lamentablemente, muchos de los que año tras año van ascendiendo, olvidan sus postulados antes de lucir galones o estrellas. Algunos de los que ahora, ya con mando legítimo, empujan a los subordinados a trabajar más y más, tratan, a veces, de dar lecciones de ética, profesionalidad y hasta de moral, cuando ellos, justo antes del ascenso, eran los que alentaban y arengaban a sus compañeros a trabajar, por decir algo, en sentido contrario: vagabundear y “tirar balones fuera”. Este tipo de especímenes suele hacer creer, a sus mandos superiores y políticos, que ellos son ejemplares mandos y profesionales “espejo”. En ocasiones intentan parecer –solo parecer- que poseen capacidad, y méritos, como la de aquellos que antes criticaban y despellejaban. Muchos de los mandos advenedizos -casi siempre intermedios- nunca fueron ejemplos de virtudes de ningún género. Hablo por experiencia propia. Eso sí, personalmente conozco a un puñado -quizá menos de un puñado- de mandos intermedios que siempre han sido ejemplo y estímulo para los que trabajan en su entorno, pero esta es una especie escasa. Estos son rara avis.

Todo esto me hace reflexionar, y ello me lleva a preguntarme: ¿ascienden todos para trabajar más y mejor desde otros foros o estadios de la organización…? ¿Ascienden para aumentar los emonumentos con los que ganar calidad de vida familiar…? Las aspiraciones y ambiciones profesionales son positivas casi siempre. Pero no. Un oscuro motivo existe, cada día más, entre los que quieren alcanzar el ascenso de empleo: la gente quiera ascender, demasiadas veces, para ganar más…subir peldaños…y hacer menos. Demasiadas veces, unido de la mano de lo anterior está el beneficiarse personalmente del nuevo puesto. Exprimir sus ventajas para “saco propio”. Amigos, cuando ese es único motivo que inspira al que aspira a ascender, el motivo es bastardo, infame y despreciable. En estas organizaciones va en aumento el ser vacacional y NO vocacional, por tanto: hay que distinguir entre la mentalidad del funcionario y la del Policía; o como ya dijo otro: unos trabajan de policía y otros son Policías.

Pocos son los que buscan con el ascenso, además de un mayor poder adquisitivo –con ello también mayor status económico-, la posibilidad de hacer más desde más “alto”. Este sí es un noble y ético motivo por el cual desear el ascenso. De estos se obtendrá siempre un beneficio común y repartido.

Son muchas las características que debe poseer un jefe superior o mando intermedio. Sin lugar a dudas, se da por sentado que ellos poseen conocimientos técnico-profesionales superiores a los que tienen aquellos que están por debajo en el organigrama; por descontado, se supone que también son poseedores de conocimientos sobre técnicas de mando y organización. Sí, lo sé, a veces es mucho suponer. Otras características, seguramente no alcanzables mediante el estudio, deben ser desarrolladas y puestas en práctica por esos superiores, pero la educación, la clase y el don de mando no se compra ni se regala…se posee o no se posee.

Seamos militares o civiles, creo que el artículo 65 de la Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas españolas, debería ser “mascado” por todos los que ocupan cargos de responsabilidad sobre otros. Muchos creerán, -seguramente los propios protagonistas del texto- que ellos están dentro del perfil que propongo. En unos casos así será, ¡ojalá sean muchos! Pero en otros casos habrá mucha sucia mentira propia e interna, así pues, que cada uno se engañe a sí mismo si eso le satisface. Con sus embustes, los que estén en el caso segundo, creen sacar brillo a sus hombreras.

Textualmente, así reza el Artículo 65 de la Ley 85/78, de 28 de diciembre, de la Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas: El Cabo, como jefe más inmediato del soldado o marinero, se hará querer y respetar de él; no le disimulará jamás las faltas de subordinación; le infundirá amor al servicio y mucha exactitud en el desempeño de sus obligaciones; será firme en el mando, graciable en lo que pueda y será comedido en su actitud y palabras aun cuando sancione o reprenda.

Si muchos aplicaran a su vida profesional este artículo, aunque fuese de vez en cuando, y tan solo en parte, ¡solo un poco!, otro gallo nos cantaría a todos.■