POLICÍA LOCAL DE TARIFA (Página no oficial)

sábado, 27 de noviembre de 2010

Jornadas Técnicas de Tiro Defensivo con Arma Corta: San Fernando 2011

Organiza: grupo NEXUS SEGURIDAD. Fecha: 23 y 24 de febrero de 2011. Dirigido: profesionales de la Seguridad Pública. Lugar: San Fernando (Cádiz). Expone: Ernesto Pérez Vera.
Reserva tu plaza y llama a este teléfono: 627 413 434 ó en este email: info@policialocalalgeciras.es
El empleo del arma corta -hoy por hoy la pistola semiautomática- va unido a la propia existencia del profesional de la seguridad. Se trabaje en ámbitos policiales o militares, urbanos o rurales o incluso en zonas de guerras, una pistola siempre será un buen amigo para quien la porta. Pero no nos engañemos: portar un arma no implica una seguridad real para el portador, eso sí, aportará una seguridad subjetiva: a quien la lleva, le hará creer que está seguro. Sinceramente, esto ayuda pero no salva vidas…

Muchos son los que creen que por el hecho de ser profesionales del ramo ya son expertos profesionales en el empleo y uso del arma. Lamentablemente es un error que muchos descubren demasiado tarde; y el que cree lo contrario lo hace por haber creído que lo poco que le enseñaron era bastante. Conocer el funcionamiento básico de la pistola, o memorizar todas sus características físicas y mecánicas, no significa que se pueda hacer un uso acertado en situaciones extremas. Y por favor, no crean que un uso correcto de la pistola –extensible a todas las armas-, para un profesional, es hacer dieces en un blanco. Eso es relativamente fácil, lo podrían hacer hasta los niños. Lo difícil es sobrevivir a un encuentro armado que está en marcha…eso no es tan sencillo. ¿Acaso creen que todos los tiradores deportivos son capaces de ir a detener atracadores armados…? Claro que no. Ni se lo plantean.

Ustedes que han visto la muerte, más o menos de cerca, lo saben: la muerte no tiene sexo, pero engaña. La muerte solo tiene cojones, y para salir vivo de un encuentro con ella solo hay que tener suerte y tiempo para cogerle el cuello con una mano y dispararle con la otra. Eso no lo hacen quienes disparan por diversión. Tampoco es sencillo para aquellos profesionales que poseen un manejo básico, eso es lo que yo llamo: saber no volarse un pie. Esa es la formación general que poseen los profesionales españoles que trabajan con armas cortas, parece exagerado, pero solo es una dura verdad muy desconocida que se oculta interesadamente.

En estas jornadas vamos a ver que capacidades lesivas poseen los proyectiles que disparan las armas cortas de dotación en nuestras fuerzas de seguridad. Vamos a aprender a identificar los distintos tipos de proyectiles reglamentarios en las fuerzas policiales, y también aquello que podrían ser usados a nivel privado por sus integrantes. Descubriremos que nos han engañado durante años: los cartuchos de punta hueca NO ESTÁN TOTALMENTE PROHIBIDOS. Conoceremos por que un calibre .22, que en principio suena a muy grande (por la cifra 22) es, en realidad, un calibre de diámetro “escueto”. En esa misma línea aprenderemos que significa que un colega nuestro, en otro país, emplee un calibre .45 ACP ó un calibre .357 Magnum.

¿Serán capaces de montar el arma corta –también la larga- con guantes, cuando además les estén atacando…? ¿Qué es más seguro: llevar el arma con cartucho en recámara o alimentarla en el fatídico instante en que los están acometiendo…?

¿Realmente creen que el enemigo les dará tiempo a “buscar” el arma…desenfundarla…montarla…quitar seguro…disparar…y acertarles…?
Aunque el enemigo sea lento y nos de tiempo: ¿creen que sabrán, o podrán, hacer todo lo que hay que hacer…?

¿Han entrenado ejercicios de tiro con la mano débil, simulando estar heridos en la mano fuerte..? ¿Podrán recargar con una sola mano…? ¿Acaso se lo han planteado alguna vez?

¿Sabrán devolver con garantías de eficacia, y con celeridad, a fuego una pistola trabada –los mal llamados encasquillamientos-?

Estas jornadas están concebidas para ayudar, a quienes participen de ella, a conocer lo que ocurre en el cerebro cuando los sentidos lo ponen en alertan por riesgo inminente y grave. Lo que perciba el ojo, dictará lo que hagan todos los órganos del cuerpo, y no podremos ir contra ello. La fisiología manda.

Estudiaremos casos reales de enfrentamientos armados ocurridos en nuestro país. Veremos los resultados vitales y judiciales de esos enfrentamientos. Disparar por disparar…JAMÁS, pero no disparar por miedo…TAMPOCO. Descubramos y desmontemos mitos y leyendas urbanas.

Emplearemos técnicas sencillas y básicas que se adaptan a muchas situaciones, y lo mejor es que esas técnicas no deben ser memorizas muscularmente: nos salen per se, por tanto, aprovechemos el instinto de supervivencia.

¡¡¡NO MÁS MENTIRAS!!!

Reserva tu plaza y llama a este teléfono: 627 413 434 o en este email: info@policialocalalgeciras.es

Imprescindible:
- Documentación de las armas
- Protección ocular y auditiva
- Mínimo dos cargadores: uno en arma otro en cinturón
- Funda de arma y portacargador
- Linterna de porte diario
- Chaleco balístico opcional, pero se recomienda y es de uso diario. Idem con guantes
- A ser posible, ropa de trabajo (uniforme)
- 250 a 300 cartuchos

domingo, 14 de noviembre de 2010

EL GOIP DE LA POLICIA LOCAL DE TARIFA LLEVA A CABO UNA CAMPAÑA DE PREVENCIÓN DE DROGADICCIÓN EN LOS CENTROS EDUCATIVOS

Presencia policial en las inmediaciones de los institutos y charlas sobre las consecuencias de la droga completan esta actuación preventiva de los agentes.

Dentro del dispositivo preventivo contra el consumo de sustancias estupefacientes entre la población joven, el Grupo Operativo de Intervención y Prevención Policial (GOIP) de la Policía Local de Tarifa, lleva a cabo desde el inicio del curso escolar una campaña especial en los propios centros educativos y los aledaños de estos en tal sentido.

Así, la presencia de un dispositivo policial en horas que coinciden con la entrada y salida de los centros y el horario de recreo, es latente y continuada. Pero al margen de la presencia policial, la campaña de prevención se acentúa con charlas que los agentes imparten en los institutos a los alumnos de enseñanza secundaria. Una población joven que coincide en edad con la población que se acerca por primera vez a las sustancias psicotrópicas. Para evitarlo, las charlas que imparten los agentes se centran en la tipología de las drogas más comunes y fáciles de adquirir, sus efectos y consecuencias.

Las charlas se han impartido ya en el instituto Almadraba y se continuarán desarrollando en otros institutos y centros educativos de la localidad. Además, los agentes imparten charlas sobre el absentismo escolar que entre otros factores determinantes suele estar vinculado en ocasiones con el consumo de droga a edades tempranas.

Fuente: Tarifaaldia
Fecha: 06/11/2010

viernes, 12 de noviembre de 2010

LA REALIDAD DE LOS ATAQUES CON ARMAS BLANCAS

Os escribo a policías y a no policías. Los primeros seguramente seréis conscientes más rápido que los segundos, pero todos debéis daros cuenta de la realidad.
Antes que nada os pido a los que no sois policías que cojáis un cuchillo de la cocina (uno afilado) y volváis al ordenador. Tocar su punta. Miradlo. Presionarlo un poco contra la piel de vuestro brazo, pierna y barriga.

Bien, ahora imaginaros ese cuchillo en manos de una persona que quiere agrediros, una persona bajo los efectos de la cocaína o con un brote esquizofrenia muy agresivo. Esa persona se encuentra a un metro de distancia de ti. Quizá menos,,,,probablemente menos. Y para colmo, tú no sabes que tiene un cuchillo por lo que un ataque suyo es algo imprevisto.

Bueno, ahora decidme ¿cómo reaccionariais? ¿Realmente podéis decir cómo reaccionariais? Y ante la pregunta "¿Sería congruente y proporcional utilizar el arma de fuego reglamentaria contra esa persona?" ¿qué contestaríais? Mientras pensáis la respuesta puedo deciros, sin lugar a dudas, que ese agresor ya ha tenido tiempo para atacaros 5 veces. Exacto, son momentos que ocurren en décimas de segundos. YA ESTARIAIS MUERTOS.

En fin, para los que seáis policías: estad atentos en todo momento, desconfiad de todo, y prevenid lo máximo posible cualquier ataque.
Para los que no lo sois, valorar la situación del policía antes de decir que una actuación policial ha sido desproporcionada o con uso desproporcional de la fuerza.

Formación israelí!

Estos día todos habreís leído y visto en TV el tiroteo de dos PL de Madrid a un esquizofrénico que les atacó con un arma blanca

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/05/06/madrid/1273172454.html

Muchos han sido los comentarios de ¿periodistas?, Ana Rosas Quintanas, Susana Grisos y demás listillos que pululan por este país, incluídos muchos compañeros que deben ser la ostia, por que son la mar de listos y ellos todo lo solucionan.

Pues aquí os dejo un video de Youtube en el que se ve el entrenamiento de policías israelíes ante amenaza de arma blanca. Ved de principio a fin y valorad. Pásalo a todos los compañeros. Hay que mentalizarse.
En una situación así, valorad vuestra vida, y si una persona quiere hacer daño, tened por seguro que os lo hará! Porque señores, esto no son las peliculas donde el bueno siempre gana y uno no se mancha ni la camisa... amigos, compañeros aquí todos somos personas y las heridas duelen, a nuestras familias les duele, así que por favor valorad la situación antes de nada!

http://www.youtube.com/watch?v=KM7hGnW6rhA

jueves, 11 de noviembre de 2010

UNA VEZ MÁS, A POLEMIZAR: LA PROPORCIONALIDAD EN LA LEGÍTIMA DEFENSA PARA EL AGENTE DE LA AUTORIDAD

Ernesto Pérez Vera

Una vez más, ha pasado. Hace unos días, un compañero de la Policía Municipal de Madrid –así se llama formalmente y en “papeles” al cuerpo de P.L. de la capital del reino de España- ha sido acometido por una persona que portaba un arma blanca. Por suerte, el agente no resultó herido. No fue alcanzado por su atacante porque, con eficacia y pericia, el funcionario consiguió abatirlo con varios disparos efectuados con su pistola reglamentaria, y además, sin provocar su muerte.
La polémica, una vez más, está en la calle. El policía disparó a un sujeto que, aunque quería asesinar al funcionario, no solo no lo consiguió sino que lo trataba de hacer con un arma blanca. Muchos son los que creen que extraer el arma de la funda, y sobre todo disparar a alguien, es de locos, -aunque nos estén intentado matar- y que no se debe hacer para no acabar en prisión. Lamentablemente, no solo los legos y no profesionales lo creen y lo manifiestan cuando “toca”, sino que, tristemente, muchos agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad están agarrados a esa creencia. Ese pensamiento se tiene por diversos motivos, siendo el primero de ellos el de la ignorancia y el desconocimiento legal sobre ésta y otras materias.

Partiendo de la base de que la inmensa mayoría de agentes de la Fuerzas de Seguridad, en España, no son hábiles y seguros tiradores contra los blancos de cartón, en la galería, ¡que se puede esperar de ellos cuando se trata de usar el arma contra un ser humano, aún para defender la propia vida! Lo que se espera es algo que pocas veces se consigue. La mayoría de la agentes salen de las Escuelas de Policía, sean del cuerpo que sean, con la idea, “marcada a fuego” casi siempre, de que no deben sacar el arma nunca de su funda.
Si acaso, se les dice que solo en casos muy concretos podrán sacarla de su funda, pero que para disparar deben de ser, antes de nada, disparados por el agresor.

Demasiadas veces, me encuentro con muchos que creen eso. Les dicen, ¡joder! nos dicen: “…debes ser proporcionado…si te disparan…dispara tú, de otro modo, no actúes jamás…” también se nos dice: “…ante un cuchillo no dispares nunca, no es proporcionado…”, sin que el listo que pronuncia la frase, y la “marca a fuego” en la mente del alumno, explique que un cuchillo, machete, martillo, maza o hacha por ejemplo, son, a corta distancia, tan letales o más que un arma de fuego. Ahora, digo yo, ¿por qué no explica eso el profesor…? Sencillo, no lo sabe y no se lo plantea. Generalmente, los instructores –salvo honrosas excepciones- no tienen experiencias reales en el desarme de malvados y tampoco en enfrentamientos reales. Pero sobre todo, muchos instructores viven muy bien y muy cómodamente en un despacho o en una galería de tiro.

¡Qué fácil es criticar desde casa o desde la barra del bar de enfrente! Tras cada incidente de esta índole, -agentes que disparan a sujetos armados con armas NO de fuego, pero que están siendo víctimas de ataques serios y graves- y sea cual sea el resultado final, muchos se apresuran a decir lo que ellos, que precisamente jamás viven situaciones similares, harían ante esas situaciones. ¡Que atrevida y valiente es la ignorancia!

Entro en materia. El incidente, hace unos días, en la Puerta del Sol de Madrid, -así ha sido bautizado por los medios de prensa- está dando mucho que hablar y está haciendo gastar mucha tinta. Yo, con los datos que la prensa hace públicos y con la información que me llega desde fuentes cercanas a la P.M. de Madrid, no veo nada ilícito ni irresponsable en la acción defensiva del agente de Policía. La nota más triste de todo es que un ciudadano, ajeno al enfrentamiento, ha perdido la visión de un ojo. Lamentablemente, un trozo de proyectil, según parece, alcanzó la cara del particular que pupulaba por las cercanías del Kilómetro Cero del país. De todos modos, y con los datos que florecen, ese trozo de proyectil salió del cuerpo del asaltante homicida. Existió lo que se denomina: sobrepentración. Un proyectil, o trozo de este, abandonó el cuerpo impactado primitivamente, pero esto no debe ser reprochado al agente. La prensa está hablando de rebote, pero no necesariamente ha sido eso, aunque tras la sobrepenetración, se puede, también, producir un rebote.

La sobrepenetración no es más que una consecuencia del empleo de una munición poco o nada acertada para uso policial, menos aún en entornos urbanos. La munición era semiblidada, una de las más usadas en España por los agentes de policía de todos los cuerpos. Aunque algunos la consideran ideal, NO lo es. Es tan perforadora, en cuerpos humanos, y en objetos del entorno cotidiano y urbano, como los proyectiles blindados. A los policías deben de entregárseles mejores medios, y tratándose de munición, la que usamos en España, de modo mayoritario, no es nada acertada. Usamos munición peligrosa, munición proclive al rebote y a la sobrepenetración. Mientras se siga sin oír a los que saben del tema, seguiremos viviendo incidentes con “daños colaterales”. La Administración, de una vez por todas, debe recapacitar. Numerosos estudios avalan esto que acabo de decir. Esto es algo que se debe tratar en otro debate, ahora seguimos con lo que estábamos.

Volviendo a la proporcionalidad. Mientras doy inicio a este artículo, un nuevo hecho se ha producido. Hace unas horas, hoy mismo, en Güeñes (Bizkaia), agentes de la policía autónoma vasca han tenido que disparar contra un hombre armado con dos cuchillos. El sujeto, a muy corta distancia y tras abrir la puerta de su domicilio a los agentes, los ha acometido. Por suerte, ningún agente fue alcanzado por las “dentelladas” de acero. Ahora, los “listos”, descargarán otra vez su ignorancia y sus iras. Seguro que estos listillos opinan que los agentes debieron emplear, para su defensa ante los cuchillos, una extensible, otro cuchillo o las técnicas de los compañeros de Texas: Walker and Triveb.

Estos listos, hablarán de proporcionalidad, y dirán que, ante un cuchillo, jamás se debe disparar. Para estos señores, un tipo que acomete con un cuchillo no es letal; esto, puede ser cierto si el atacante está a 20 metros de distancia, pues a esa distancia, quizás podamos emplear otros medios de defensa, pero claro, si se poseen esos medios. Pero si ese mismo sujeto, armado con el mismo cuchillo, inicia su letal ataque a solo 3 ó 4 metros de distancia…la cosa cambia. Miren este enlace, es un entrenamiento, pero a esas distancias, y sin avisos previos, que es como se producen los ataques…esto es lo que pasa: http://www.youtube.com/watch?v=9WoCs82Pw1k&feature=related
Señores: sobrevivan, entrenen y estudien; sus hijos, cónyuges, padres y hermanos se lo agradecerán algún día. Con suerte, algún compañero o Jefe también se sentirá agraciado por el hecho que ustedes salgan vivos de un encuentro. Con un entrenamiento acertado y con buenas dosis de conocimientos jurídicos, no deben temer mucho. Con esos factores de nuestro lado, solo la mala suerte puede ser nuestra enemiga, amén del agresor.

Debemos recordar algunas cuestiones legales, vamos a repasarlas. Nuestro vigente Código Penal, en su artículo 20 establece las causas que eximen de la responsabilidad penal. Son numerosas las causas que eximen del reproche penal, pero reflejaré las que pueden ser atendidas en función de las circunstancias profesionales o personales de casi todos los que estáis ahora leyéndome, son estas:

Está exento de responsabilidad criminal el que obre en defensa de la persona o derechos propios o ajenos, siempre que concurran los requisitos siguientes:

1º.- Agresión ilegítima. En caso de defensa de los bienes se reputará agresión ilegítima el ataque a los mismos que constituya delito o falta y los ponga en grave peligro de deterioro o pérdida inminentes. En caso de defensa de la morada o sus dependencias, se reputará agresión ilegítima la entrada indebida en aquélla o éstas.
2º.- Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla.
3º.- Falta de provocación suficiente por parte del defensor.

El que, en estado de necesidad, para evitar un mal propio o ajeno lesione un bien jurídico de otra persona –provocar lesiones o la pérdida de la vida, por ejemplo- o infrinja un deber, siempre que concurran los siguientes requisitos:

1º.- Que el mal causado no sea mayor que el que se trate de evitar.
2º.- Que la situación de necesidad no haya sido provocada intencionadamente por el sujeto.
3º.- Que el necesitado no tenga, por su oficio o cargo, obligación de sacrificarse.
1. El que obre impulsado por miedo insuperable.
2. El que obre en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo.

Esta frase, creo que deja clara muchas cosas, o debiera: “el que obre en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo”. Señores, los Policías no es que podamos usar las arma de fuego u otras, -que por cierto, “gomazos” damos muchos y siempre proporcionadamente a la agresión, pues con las pistolas igual, la misma proporción ha de considerarse- sino que estamos OBLIGADOS A ELLO. Seguro que podemos plantear un supuesto en el que un Policía podría ser condenado por NO usar su arma de fuego, en vez de ser condenado por usarla.

Lean esta definición de de legítima defensa y mediten sobre ella: “el defensor debe elegir de entre varias clases de defensas posibles, aquella que cause el mínimo daño al agresor –naturalmente, elegirá entre los medios de que dispone en ese preciso instante-, pero NO por ello tiene que aceptar la posibilidad de daños a su propiedad o lesiones en su propio cuerpo –no necesariamente debe haber sido herido para defenderse-, sino que ESTÁ LEGITIMADO para emplear, como medios defensivos, los medios objetivamente eficaces que permitan esperar, con seguridad, la eliminación del peligro –medios que garantiza la eficacia-

Hace unos días, coincidiendo en la misma semana de los hechos del Policía Local en la Puerta del Sol y de los agentes vascos en Güeñes –hoy mismo-, hemos conocido la sentencia absolutoria a un Policía autonómico catalán. En mayo de 2007, un agente de los Mozos de Escuadra mató, de varios disparos, a un enfermo mental que le atacó, a él y a otros, con un pico. Ningún agente resultó herido, pero estuvieron apunto de serlo. Por ello, el agente con el único medio eficaz que poseía –la pistola-, disparó numerosas veces. En aquella ocasión, a ese Mosso lo “crucificaron vivo” pero hoy, como algunos esperábamos, ha sido absuelto de todo cargo. El Mosso obró en el ejercicio de un deber con ocasión de estar ejerciendo su cargo, y empleó un medio proporcionado al pico con el que lo acometieron. Empleó el único medio eficaz del que disponía, ¡y atentos! digo eficaz. Las lesiones que el pico podía provocar en el cuerpo del agente, podrían haber sido incluso más letales que los disparos efectuados por el propio funcionario.

La Justicia no ha pedido al Mozo, ni a sus jefes, que porte un pico en los maletero del coche patrulla, ni que los demás agentes de patrullaje a pie los porten a la espalda cual gastadores. La proporcionalidad no es equivalente a emplear el mismo utensilio defensivo y atacante, entre la víctima y el agresor. La proporcionalidad hace referencia al uso de medios, -los que se posean en ese instante- que puedan, con eficacia, paralizar una acción que, de no ser detenida con firmeza, producirá lesiones graves o la pérdida de vidas. Ahora bien, y esto es otro tema, cercano pero otro tema, si las causas que motivan el empleo del arma, desaparecen –se agota la letal agresión- no procede el empleo de la defensa que se iba, en principio, a emplear.

El uso del arma de fuego, cuando todo apunta a que hay que usarla, debe ser instantáneo y coetáneo con el ataque, no antes de que se produzca y NO después de ello. Debe ser algo instantáneo, lo uno y lo otro: el ataque y la defensa. De no ser así, se deben derivar responsabilidades penales de quien efectúa la defensa, “a tiros” de modo atemporal. Esto es aplicable a todo tipo uso de defensa, no solo a la que se efectúa “a tiros”.

Lógicamente, a todos nos asusta el hecho de vernos imputados por lesiones u homicidio, incluso cuando las pruebas tomadas “apuntan” a que se obró conforme a derecho. A ninguno nos gustaría estar procesado por hechos del “corte” de los que venimos tratando. De todos modos, creo que es natural que, a quien provoca la muerte de otro ser humano, se le procese por ello; después, si toda se hizo como se debe, y las pruebas así lo acreditan –estoy seguro de que con los medios de los que hoy se disponen, las cosas siempre se pueden acreditar- no habrá que temer nada. Pero sí, es cierto y lo repito: a nadie le gusta estar en esa dura situación de pena de “banquillo”.

Sobre este tema podríamos estar horas hablando y escribiendo, pero hay que ir concluyendo. Tengo que decir que si nosotros mismos, o sea, los que nos defendemos de los acometimientos, con armas de fuego, somos los que más leña echamos al fuego con la incredulidad y la ignorancia, flaco favor hacemos al colectivo, a la verdad y a la justicia. Después, cuando pasan las cosas, queremos que nos comprendan y nos entiendan, también que nos crean. Pero sin embargo, dentro del colectivo somos nosotros los que empañamos la realidad, y siempre por desconocimiento y atrevimiento al hablar. Así, de ese modo, alimentamos y creamos mitos y leyendas urbanas. Sean coherentes, si no son doctos en un tema y para colmo no poseen datos concretos de un hecho particular, no “escupan” comentarios u opiniones gratuitas que, casi nunca, le son solicitadas.

Otrosí digo: y continuamos para “bingo”.

Tras llevar dos semanas escrito este texto, y también publicado y leído en diversos medios digitales, vuelve a pasar. Hace solo cuatro días, en Madrid, más de lo mismo: un agente de Policía, en este caso del C.N.P. se ha visto obligado a disparar a un sujeto que, con extrema violencia, acometió, provisto de armas blancas, a los funcionarios que lo trataban de identificar. Parece que existió, una vez más, sobrepenetración, pero esta vez, por suerte, sin lesiones a terceros.■