POLICÍA LOCAL DE TARIFA (Página no oficial)

domingo, 23 de mayo de 2010

Yo, soy creyente

Soy Policía, y desde que ingresé en el Cuerpo, hace más de dos lustros, he advertido que entre mis compañeros hay varias formas de ver, sentir, pensar, actuar y comprender esta profesión. Muchos llegan a este “oficio” por beneficio, solo por eso. Tener un sueldo fijo siempre ha sido anhelado, y nada tiene de malo. En tiempos de crisis, como éstos que vivimos hoy, quizás se acentúen, más aún, estos supuestos.

Otros “recalan” en esta profesión por accidente: ¡yo pasaba por aquí…! Estos, jamás se plantearon ser agentes de Policía, quizás solo se planteaban ser funcionarios, pero no de “placa y porra”. Se conocen casos de personas que, aprovechando amistad o familiaridad, encuentran “padrino y empujón” para entrar en la Administración, si bien y afortunadamente, la mayoría ingresa “en la olla grande” por donde debe. A estos se les ofrece un “hueco” pero no donde hubieran deseado, pero si el hueco es en un cuerpo policial… ¡también sirve, esto es Jauja!

Algunos, -ojalá fueran más- ingresan en los cuerpos policiales porque les gusta el trabajo policial en general. Entre estos, se “camuflan” muchos que sienten atracción por lo policial, quizás por el estatus de “uniformado” pero no por el compromiso que debe exigirse a quien luce “porra y placa”. Lamentablemente, los menos acceden a las Cuerpos Policiales por verdadera “devoción” y vocación profesional. También vocación de servicio a otros. Estos, además de sentirse atraídos por el trabajo policial y por el uniforme, creen en la Policía y en lo que representa la institución policial. En este grupo hay gente dispuesta a servir y sacrificarse por otros, y no en sacrificar a los demás para servirse.

Yo, pese a quien pese y aunque la expresión esté denostada en nuestro país, soy creyente. Yo creo en lo que hago: ser Policía. Creo que a los “malos” hay que perseguirlos para que la Justicia les aplique el mal que les corresponda. Yo soy de los que cree en que al ciudadano se le ayuda siempre, incluso cuando se reprime a otro ciudadano, a veces, también se ayuda al ciudadano al que se reprende. Al final del día, el trabajo policial ha beneficiado a más que a menos. Por ser creyente, tanto yo como los demás –ojalá fueran más- estamos “castigados” en nuestro propio entorno, dentro de la propia comunidad policial.

Comprendo que la rebaja salarial que se nos va a imponer dentro de unos días, por parte de la Administración, va a perjudicar a muchos, ¡joder! a todos nos va a perjudicar, también a mi. De todos modos, si siempre estamos presumiendo de profesionalidad, ¿Por qué ahora algunos han decidido trabajar a “ralentí” o trabajar mucho menos? –la verdad es que demasiados han trabajado así siempre, ahora solo tienen una excusa oficial, secundada por muchos-

¿Somos o no somos profesionales? Si hoy es delito “esto o aquello” y por ello lo perseguimos, ¿Por qué, mañana, cuando nos bajen el sueldo vamos a dejar de perseguir ese mismo delito…? Seamos coherentes, o por lo menos profesionales. Tú padre, mi abuelo, tu vecino o el primo de la mujer de cualquiera, nada tiene que ver en esto, si mañana los están atracando, puede que me necesiten a mí, o incluso a ti; igual pasará si sufren un accidente. ¿Vamos a acudir a las llamadas de socorro con la celeridad de siempre y con la misma predisposición y compromiso o vamos a NO ir? ¿O vamos a llegar tarde para JODER al Gobierno del Estado? De verdad, créeme, no joderemos a ZP, joderemos a mi primo, a tu padre, a tu abuelo y al vecino de tu hermano.

¡Amigo! ¡Compañero¡ por favor, deja que algunos sigamos creyendo. Prueba a creer, quizás estés a tiempo de salvarte.

Don Gonzalo

domingo, 16 de mayo de 2010

AGRESIÓN BRUTAL A DOS POLICÍAS LOCALES DE LLAVANERES POR UNA MULTA

AGRESIÓN BRUTAL A DOS POLICÍAS LOCALES DE LLAVANERES POR UNA MULTA

14 Mayo 2010 policialocal

Un atacante tuvo que ser reducido con una descarga eléctrica

FEDE CEDÓ
SANT ANDREU DE LLAVANERES

Dos agentes de la policía local de Sant Andreu de Llavaneres fueron agredidos de forma brutal por dos individuos el sábado al mediodía en pleno centro de la población. El motivo de la paliza fue la imposición de una multa por mal estacionamiento al vehículo de uno de los agresores, dos jóvenes de la localidad sin antecedentes policiales, que están en libertad acusados de un delito de atentado contra la autoridad, pendientes del juicio al que el Ayuntamiento de Sant Andreu de Llavaneres se personará como acusación particular.

El primer aviso de los dos agentes que el mediodía del sábado regulaban el tráfico en Llavaneres a un vehículo mal estacionado frente al Frankfurt del Poble, un establecimiento ubicado en la céntrica avenida de Catalunya, obtuvo una respuesta afirmativa del propietario. Pero al cabo de unos 15 minutos, según confirmó ayer el inspector jefe de la policía local, Luis Silva, «la patrulla volvió a pasar y observó que habían hecho caso omiso» del aviso, por lo que procedieron a multar al infractor.

La sanción fue el detonante de la agresión. Al observar que su coche era multado, los dos jóvenes salieron en tromba del bar. Uno de los dos atacantes se cebó con un policía, mientras el otro le propinó varios golpes en la cara a la segunda agente, una mujer de mediana edad. Luego, el agresor más corpulento inmovilizó al policía hombre agarrándolo por el cuello, mientras el segundo individuo le golpeaba en la cabeza produciéndole varias heridas de las que sangró abundantemente.

Tal era el estado de excitación de los agresores, que los refuerzos policiales que llegaron al lugar de los hechos alertados por los vecinos no pudieron reducirles cuerpo a cuerpo, de modo que optaron por utilizar una pistola Taser que emite descargas eléctricas inmovilizantes. Así lograron reducir al más fuerte de los dos jóvenes. Los agentes heridos explicaron que no habían podido repeler la agresión al verse sorprendidos por una reacción anormal, «ya que nadie espera que le propinen una paliza por una multa», según indicó el inspector Silva.

AGRESIVIDAD INUSUAL / Varios vecinos consultados por este diario coincidieron con la policía en que el estado de agitación de los agresores era inusual, provocada supuestamente por un elevado consumo de sustancias estupefacientes. Un testigo confirmó que los detenidos, visiblemente excitados, se vanagloriaban de «no haberse acostado desde el día anterior» mientras seguían consumiendo alcohol en el bar.
Los dos policías heridos fueron trasladados al Hospital de Mataró para ser atendidos de sus heridas. La agente femenina, de varios golpes en la cara y el policía más joven, de un gran número de hematomas y varios cortes en la cabeza efectuados posiblemente con un anillo punzante o por unas llaves usadas a modo de puño americano. Ambos están de baja y evolucionan favorablemente de sus heridas.

sábado, 15 de mayo de 2010

LÓGICO: COSAS QUE PASAN CUANDO SE ESTÁ EN EL "TAJO"

A través de medios de prensa comarcarles, hemos sabido que, en La Línea, agentes del servicio de radiopatrullas del Cuerpo Nacional de Policía, han tenido que detener a un sujeto al que llamaron la atención por estar, con su vehículo, mal estacionado e impidiendo el buen uso de la vía. El sujeto, un salvaje, lejos de atender los requerimientos policiales, se enfrentó activamente a los funcionarios. Fruto de todo, el salvaje -no tiene otro nombre- debió ser detenido. Durante el traslado a dependencias policiales, el detenido dañó, con inumerables patadas, el vehículo policial.

Y yo digo: Vaya, un salvaje más de los que pupulan en esta bendita ciudad, ha recibido, espero, su merecido. En este caso, ha sido una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía la que se ha visto obligada “a obligar” a un salvaje, que no cumple con las normas de tráfico y urbanidad. Teniendo presente que el Cuerpo Nacional de Policía no tiene la competencia y la misión de hacer cumplir las normas de tráfico, es de aplaudir, y lo hago, que hayan actuado así, contra ese. Pero esto, a más de uno, debería hacerlo reflexionar sobre algo.

Verán. Cuando, en el año 2000, la Policía Local de esta ciudad comenzó, con ganas, interés y autoridad –lo que jamás mostró en muchos años- a cumplir con sus obligaciones, y por ende, a hacer cumplir la Ley a los ciudadanos, infinitos incidentes como este, y peores, se produjeron. De esos incidentes, se derivaron detenciones “a gogo” y lesiones propias e impropias. Se gastaron litros de tinta crítica contra la Policía Local.

La gente, ignorantes unos e interesados otros, decía que la P.L. no sabía hacer su trabajo. ¡Qué rápidos fueron algunos con la lengua y la pluma! En esta ciudad, jamás se portó, por ejemplo: casco en los vehículos de dos ruedas. Miles de ciudadanos conducían careciendo de Permiso de Conducción y/o Seguro de Automóvil. Eso pasó a la historia. Ahora, las incidencias de esa índole son muy bajas, en cualquier caso, mucho más baja que la media de cualquier ciudad española. Para que aquello quedara en el pasado, muchos "palos" dieron y recibieron los agentes de la Policía Local de La Línea.

Es lógico, ellos tienen, en el casco urbano, la total competencia en materia de tráfico. Impedir los estacionamientos prohibidos y combatir, por ejemplo, la conducción sin seguro o sin Permiso de Conducción –carnet de conducir- era, y es, competencia de la Policía Local. Dicho esto, debo aclarar algo: en esa época, y hasta hace poco, la conducción de vehículos a motor sin permiso, era una infracción administrativa, y, con el ordenamiento jurídico en la mano, la PL era la competente para su persecución. Hoy, es distinto. A fecha de ahora, es infracción penal. Hoy es un delito que todos los agentes de la autoridad, y digo todos, pueden y DEBEN perseguir. Con los seguros de vehículos a motor y ciclomotores…al revés: en aquella época era infracción penal del tipo falta y hoy, desde hace años, es infracción administrativa.

Conclusión: si quien solo de vez en cuando recrimina a un ciudadano por temas de tráfico, termina con detenciones y “golpes”, que no tendrían que soportar, años atrás, quienes por competencia TOTAL y ABSOLUTA –pero no única competencia- tenían esa: la de recriminar y denunciar infracciones de tráfico. Miren, los agentes de P.L., aquí, allí y más allá, tocan el bolsillo, o sea, los “testículos” por tanto, serán siempre los feos y los malos de la “película”. Si alguien, dos veces al año “toca” el bolsillo de un conductor y acaba las dos veces “revolcado” por el suelo…imaginen lo que pasó, y pasa, cuando día tras día y año tras año, los Policías Locales tocaron y siguen tocando…”los testículos”.

A nadie le gusta que le pongan una multa, incluso aunque en su interior sepa, quien la sufre, que es justa y legal su imposición. Unos las aceptarán más o menos regañadientes, pero las aceptarán. Otros dirán que se les ha hablado muy mal, y ¡que ya hablarán con fulano o sultana…que somos unos chulos!, lógico: una receta de “x” euros, siempre es una ofensa, así pues… ¡tú más…! Por muy bien que trates a una persona, si le estás dando “una receta” de “x” euros, para él, eres un perro y un sinvergüenza que debería estar molestando a otro, perno nunca a mí…

En fin, que los chic@s de la Policía Local son un@s chul@s. Eso sí, si no fuera porque quitan con la grúa el coche del vecino de nuestro vado, llegaríamos tarde al trabajo. Si no fuera por las cientos de alcoholemias que realizan, mil accidentes más se producirían y más daños encontraríamos en nuestros coches los domingos por las mañanas. Si no fuera por que multan por “el casco”, más muertos y lesiones graves sufrirían nuestros hijos y vecinos todos los años.

Seguramente, muchos agentes locales seguirán, durante años, en la misma brecha, y por ello, seguirán bailando con la más fea, y seguirán siendo los malos y los feos de la “película”. ¡Cuantos detenidos tuvieron que hacer, años atrás, para poder poner una simple multa de tráfico…! Por Dios, a veces, familias enteras tuvieron que ser detenidas, incluso con lesiones y daños, por ambas partes…y todo por hacer lo que deben, lo que la Ley les obliga realizar en beneficio de todos: poner una multita. Quien no lo ha vivido y sufrido, lo tiene fácil para criticar. Esa crítica es barata, cómoda y casi siempre cobarde.

Por cierto, esos mismos Policías Locales, entre multa y multa de tráfico, muchas más pusieron, y siguen poniendo, por otros asuntos. Por la tenencia de armas y drogas, o por el consumo de estas, en vías, lugares, transportes o establecimientos públicos, mensualmente imponen cientos de denuncias; eso sin hablar, además, de las muchísimas detenciones por todo tipo de delitos, tanto antes como hoy y mañana. Así son esos feos y malos Policías Locales de su ciudad.

Sin Novedad.

Uno de ciento cuarenta, más o menos.

sábado, 8 de mayo de 2010

¡Acaso se cree que va a salvar al mundo!

Muchas veces oímos esta frase: “…este que se cree que va a salvar al mundo, o qué…”. Cuando he oído decir eso, casi siempre, salía de la boca de un policía. ¡Qué pena! compañeros míos son los que, casi siempre, usan esas palabras. Esa frase tan manida se suele usar con sorna, y se suele dirigir a personas, policías casi siempre, que hacen lo que deben, incluso cuando no les gusta hacerlo.

Lamentablemente, no son muchos los que hacen, al cien por cien, lo que deben. Los que si abundan, por desgracia, son los que NO hacen lo deben, al menos, los que no lo hacen al cien por cien. Esos abundantes, tratan de esconder sus miserables vidas profesionales y sus carencias de interés y formación, tras insultos, descalificaciones y críticas contra aquellos que, casi siempre en menor número, hacen lo que el criticón suele eludir hacer. Las causas por las que algunos polis se burlan de los que cumplen con sus obligaciones al cien por cien, o de los que se acercan a ese tanto por ciento, son muchas. Creo, por propias experiencias, que la principal causa es el aburrimiento y agotamiento mental al que llegan los criticadores. Y ese punto lo alcanzan los que consiguen una plaza de policía sin tener, desde el principio, vocación real y sincera de servir.

Muchos son los que confunden la vocación policial de servir y proteger, y de perseguir el crimen –delito en amplia expresión- con el hecho de querer ser policías. Si la vocación es realmente abundante y nace desde las entrañas, las frustraciones leves o desencantos con los jefes y los compañeros, no llevarían a la desidia a tantos compañeros. Supongo que esto ha sido así siempre, pero yo lo estoy viviendo hoy, en el siglo XXI. Es muy triste que en la época en que más ventajas sociales y económicas se han alcanzado en todos los sectores, incluyendo al policial, la mayoría de los compis se quejen por puro vicio.

Mi experiencia lo acredita: los que más se quejan de determinadas cosas, son los que más tienen que callar en general, pero también deben de callar mucho respecto al particular del cual se quejan. Señores, muchos sois irrecuperables ya, sois desechos de tienta –expresión taurina- nadie os exige nada. Es perder el tiempo, todo el mundo lo sabe. También los jefes lo saben. Por favor, no jodas a los que quiere hacer lo que tú, con creces, demuestras que NO quieres hacer o que NO sabes hacer. Si ese compañero “salvador del mundo” quiere seguir haciendo tu trabajo y el suyo, a ti te viene bien. Nadie te dirá eso de: “… ¡mira!...igualito que tú…”. De ti, se sabe que no se obtendrá fruto alguno. Deja que se siga exprimiendo al otro, a él, y a mí, nos gusta esto. No nos importa que nos sigan ordeñando más aún. Creemos en lo que hacemos. Somos más felices que tú, aunque tú vivas más cómodamente en las horas de trabajo.

Por favor, compañero, -expresión de la que tantos soléis abusar- déjanos seguir siendo felices cubriendo tus incapacidades y tus “huecos”.

Sin novedad en el servicio.

Don Gonzalo

domingo, 2 de mayo de 2010

TIRO EN SECO…ENTRENAMIENTO APTO PARA EL SALÓN DE CASA

Ernesto Pérez Vera
Instructor de Tiro Policial y Defensivo


Desde el punto de vista táctico/defensivo y de la seguridad en el manejo de armas cortas, resulta de primordial interés el entrenamiento del desenfunde/enfunde del arma, así como el manejo táctico de la misma y las demás manipulaciones posibles. La mejor forma de entrenar, algunas de las maniobras antes referidas es en SECO. Esta podría ser una definición de tiro en seco o entrenamiento en seco: aquellas manipulaciones y/o maniobras de “tiro” que se realizan con un arma de fuego pero sin munición, bien por la seguridad del entrono donde se lleva a cabo el entrenamiento, o bien por economizar munición mientras se adquiere destreza, habilidad y confianza por parte del tirador.

No son muchos los que entrenan en seco las operaciones de desenfunde, encare, solventar interrupciones, recargas y devolución del arma a su funda, entre otras tantas operaciones. Durante los periodos de formación en Academias y Escuelas de Policías, quizás se deberían aumentar las horas de formación en este tipo de ejercicios. La mayoría de los usuarios de armas defensivas (funcionarios con licencia de armas Tipo A o ciudadanos con la Tipo B) solo entrenan en las galerías de tiro y casi siempre poco y con programas formativos poco acertados y nada reales. En mi opinión, antes de pasar al campo de tiro o a la galería, el usuario debe tener un amplio conocimiento de cómo funciona su arma y poseer una gran calidad en el manejo de la misma; esto le aportará al tirador seguridad cuando esté ante una situación crítica con el arma en la mano. Por ello, estas prácticas deberían llevarse a término también por agentes veteranos.

Sería conveniente el uso periódico de este tipo de entrenamiento, tanto a nivel oficial como dentro del ámbito privado -horas de no servicio- del agente. Esto aportará mucha soltura y eficacia en las manipulaciones del arma. Ni que decir tiene que, todas aquellas manipulaciones en seco que realicemos, se deben efectuar con el misma arma que usamos para el trabajo o para nuestra defensa, cumpliendo con lo que dice aquella máxima de los Centuriones de las Legiones Romanas: “ENTRENA COMO TRABAJAS, TRABAJA COMO ENTRENAS”. Todo lo anterior, llevará al tirador a crear hábitos dactilares y memoria muscular. La mencionada memoria muscular hará que realicemos todas las operaciones en seco con tal rapidez y eficacia que cuando se presente la ocasión de repetirlas con fuego real, seremos, infinitamente, más seguros mental y tácticamente.

Para realizar este tipo de entrenamiento no precisamos de instalaciones concretas y profesionales, solo necesitamos estar en un lugar en el que estemos solos, o acompañados de personas que estén previamente advertidas de que nuestro arma está vacía, y de que vamos a llevar acabo ejercicios de tiro en seco. No obstante, tal como está la situación actual en nuestra sociedad, con respecto a las armas y la policía, quizás la mejor forma de hacer este entrenamiento sea en privado o en unión de otros compañeros interesados.

Cualquier sitio de nuestra casa puede ser un lugar acertado para efectuar la mayoría de ejercicios que un profesional de las armas necesita repetir miles de veces. Quizás el desenfunde y encare sean las principales maniobras que deben ejercitarse, amen de la devolución del arma a la funda de modo táctico. La repetición de esta maniobra se podría hacer en cualquier sitio de la casa, incluso frente a un espejo de los que tengamos en casa; de ese modo, durante la repetición del ejercicio, nos podremos estar observando en el espejo sin desviar la vista hacia el arma o funda -no olvidemos que nunca hay que apartar la vista de la zona de donde proviene la amenaza, en este caso…el espejo-

Otro modo de llevar acabo el adiestramiento de desenfunde/encare/enfunde, podría ser con armas Dummy. Estas armas son de color tan llamativo que, incluso a distancia, advierten a cualquier “observador” de que el arma que tenemos en la mano es un arma inerte. Estas armas son de goma maciza y carente de movimientos en sus partes. Así pues, para la triple-maniobra principal antes referida, este tipo de arma se presenta como una gran opción. Son también ideales para entrenar desarmes a supuestos agresores, pues gracias a que este arma simulada está construida con goma, no sufrirá daño alguno si durante las sesiones de entrenamiento cayera al suelo.

Estas armas son muy reales, poseen tamaño, perfiles y formas idénticos a los de las armas reales, existiendo una enorme oferta de marcas y modelos tanto de armas largas como cortas, así como de cargadores, granadas, cuchillos o radiotransmisores. Estas útiles herramientas se fabrican imitando a la inmensa mayoría de armas y modelos modernos.

Otra maniobra de vital importancia y que requiere de entrenamiento continuo y seguro, es la de la introducción del cartucho en la recámara frente a una amenaza. Naturalmente este ejercicio lo deben entrenar aquellos que no trabajan en condición de arma alimentada, o sea, los que trabajan a recámara vacía.

Esta maniobra no solo es importante para la seguridad del que la tiene que efectuar ante una agresión criminal, o ante una amenaza que requiera de montar el arma en prevención; también es vital para aquellos que se encuentren en el entorno donde se lleva acabo la operación de alimentar la recámara ante esa grave situación. Para el operador es vital, porque, de una rápida y correcta alimentación de la recámara, puede depender el resultado del enfrentamiento entre el “bueno y el malo”. Es también vital para el entorno, porque de ser una operación mal realizada, o efectuada de modo inseguro, se podría producir un accidente de disparo no deseado y las consecuencias pueden ser muy graves para todo aquel que se encuentre físicamente próximo al lugar de la confrontación.

Creo que ya, a nadie se le escapa que tener que montar el arma durante una acción policial, va unido, en el 90% de los casos, a situaciones de mucho riesgo para el agente. De ello se desprende que, el agente estará en una situación psíquica y física muy mermada, puede que incluso herido y con la capacidad cognitiva no en su mejor momento. Así pues, si cuando más peligro siente el agente, si cuando más nervioso está el agente, si cuando de una mala práctica se puede “descolgar” un accidente, es, precisamente cuando se debe hacer una manipulación como es la de introducir un cartucho en recámara… ¿no será más aconsejable portar el arma siempre alimentada?

Yo abogo siempre por el porte del arma en condición de uso inmediato. Eso sí, no sin antes instruir, debidamente, al agente, no solo tácticamente, sino incluso mentalmente. Existen otros motivos para portar el arma con recámara alimentada, pero esos motivos son puramente tácticos y se pueden ver en un artículo con otro título.

Para entrenar en seco, tanto la acción de presionar el disparador del arma como las maniobras de alimentar la recámara o de vaciado de la misma, solventar interrupciones, alimentar cargadores, realizar cambios de cargador, etc., se deben usar cartuchos aliviapercutores. Estos cartuchos no dañarán el sistema de disparo y percusión. Los aliviapercutores suelen ser translúcidos y de llamativo color y dejan ver, a través de su cuerpo, un muelle o resorte, el cual está conectado con la base del culote que es donde golpeará la aguja percutora del arma. Cualquiera que esté observando el ejercicio podrá reconocer, como inertes, a estos cartuchos y no tendrá que temer a un accidente.

Entrenamiento con Arma Real y con Cañón de Plástico
Existe otra forma de realizar algunas de las manipulaciones y maniobras de las que venimos hablando. Para ello usaremos un cañón inerte que nos permitirá usar el arma real con la que trabajamos. Con el cañón inerte de plástico color amarillo o naranja “muy vivo”, podremos entrenar cambios de cargador, montar y desmontar el arma, dirigir hacia el blanco tras desenfunde. Incluso se podrá simular la alimentación del arma como respuesta a un ataque. Este cañón de plástico se sustituye fácilmente por el cañón original y desde fuera del escenario en el que estamos entrenando, es fácilmente identificable como arma de entrenamiento.

Con este método es imposible que, por error, se introduzca un cartucho de fuego real en la recámara, tampoco aliviapercutor-Dummy. Su diseño impide que se alimente la recámara del cañón inerte. No existe dicha recámara. Algunos fabricantes como Sig Sauer, incorporan en el estuche de entrega de sus más modernos modelos, un cañón de este tipo, concretamente en el modelo Sig Pro-2022.

Otros medios o modos más sofisticados de entrenar en seco
Existen otras formas de entrenar en seco, y además, en este caso, de un modo muy realista. Con el sistema que vamos a estudiar seguidamente, se podrá hacer todo el recorrido del disparador, como cuando se efectúa el tiro en sí, también permite las manipulaciones de recarga, desenfunde/enfunde, encare, etc.

Las modalidades de las que ahora vamos a hablar, conllevan un desembolso económico que no todos pueden permitirse, si acaso los profesionales de la formación o los centros de formación en sí. Me estoy refiriendo por ejemplo al empleo de armas inutilizadas expresamente para este fin concreto.

La inutilización de un arma consiste en neutralizar sus mecanismos de disparo, haciendo imposible que el arma pueda producir un disparo, aún permitiendo el total movimiento de sus piezas. Esta inutilización debe estar visada por la Intervención de Armas de la Guardia Civil. Una vez inutilizada el arma, podremos ejercitar con ella y en casa, todas las manipulaciones que se quieran hacer a un arma en condición de fuego.

Naturalmente inutilizaremos, o compraremos inutilizada, un arma de igual marca y modelo que la que portamos para trabajo o para nuestra defensa. La pega es el coste.

Marcas tan prestigiosas como la austriaca Glock, o la germano-suiza Sig Sauer, fabrican modelos que no permiten el disparo pero sí la alimentación de su recámara con cartuchos inertes. Estas armas, permiten cualquier manipulación y el desarme completo para su estudio. Así pues, la marca Glock en su catálogo presenta el modelo Glock 17R, el cual está construido con el armazón en vivo y llamativo color rojo que, incluso a distancia, advierte de la presencia de un arma no real, sino de adiestramiento o manipulación. Por su parte, Sig Sauer oferta, actualmente, dos modelos, la SP 2022 TRG y la P226 TRG, que al igual que el modelo de Glock, están fabricados en llamativo color rojo.

El uso de colimadores LASER también se puede realizar un eficaz entrenamiento de tiro en seco. Este sistema es algo costoso pero más asequible que las armas inutilizadas. Este dispositivo permite el uso del arma real que usamos para el trabajo.

Con el LASER podremos hacer disparos simulados contra cualquier objetivo o blanco dentro del entrono que hayamos elegido para la instrucción. Ante la activación del sistema de disparo y percusión, sobre el cartucho inerte que tengamos en la recámara, se producirá una vibración que activará el dispositivo LASER. Una vez el Laser “recibe” la señal que lo activa, emite un punto rojo que será visible en aquel lugar donde estuviera dirigida la boca de fuego, de ese modo podremos intuir con bastante aproximación, cual hubiera sido el punto de impacto en situación de fuego real.

Estos dispositivos existen en varios formatos, siendo los más comunes los del tipo cartucho, los cuales tienen forma muy similar a un cartucho real y se alojan en la recámara cual cartucho de fuego real. De otro tipo son aquellos que se introducen en el interior del cañón desde la boca de fuego, siendo su forma totalmente cilíndrica y de un grosor suficiente para que las paredes del cilindro y su base, estén en contacto con el cañón, permitiendo que la vibración del disparo sobre el cartucho inerte, active el LASER.


PARTE DE ESTE ARTÍCULO, HA SIDO PUBLICADO EN EL PERIÓDICO ARMAS- EN JUNIO-JULIO 09, EN UN TEXTO SOBRE LA FORMACIÓN EN ESPAÑA.