POLICÍA LOCAL DE TARIFA (Página no oficial)

domingo, 23 de mayo de 2010

Yo, soy creyente

Soy Policía, y desde que ingresé en el Cuerpo, hace más de dos lustros, he advertido que entre mis compañeros hay varias formas de ver, sentir, pensar, actuar y comprender esta profesión. Muchos llegan a este “oficio” por beneficio, solo por eso. Tener un sueldo fijo siempre ha sido anhelado, y nada tiene de malo. En tiempos de crisis, como éstos que vivimos hoy, quizás se acentúen, más aún, estos supuestos.

Otros “recalan” en esta profesión por accidente: ¡yo pasaba por aquí…! Estos, jamás se plantearon ser agentes de Policía, quizás solo se planteaban ser funcionarios, pero no de “placa y porra”. Se conocen casos de personas que, aprovechando amistad o familiaridad, encuentran “padrino y empujón” para entrar en la Administración, si bien y afortunadamente, la mayoría ingresa “en la olla grande” por donde debe. A estos se les ofrece un “hueco” pero no donde hubieran deseado, pero si el hueco es en un cuerpo policial… ¡también sirve, esto es Jauja!

Algunos, -ojalá fueran más- ingresan en los cuerpos policiales porque les gusta el trabajo policial en general. Entre estos, se “camuflan” muchos que sienten atracción por lo policial, quizás por el estatus de “uniformado” pero no por el compromiso que debe exigirse a quien luce “porra y placa”. Lamentablemente, los menos acceden a las Cuerpos Policiales por verdadera “devoción” y vocación profesional. También vocación de servicio a otros. Estos, además de sentirse atraídos por el trabajo policial y por el uniforme, creen en la Policía y en lo que representa la institución policial. En este grupo hay gente dispuesta a servir y sacrificarse por otros, y no en sacrificar a los demás para servirse.

Yo, pese a quien pese y aunque la expresión esté denostada en nuestro país, soy creyente. Yo creo en lo que hago: ser Policía. Creo que a los “malos” hay que perseguirlos para que la Justicia les aplique el mal que les corresponda. Yo soy de los que cree en que al ciudadano se le ayuda siempre, incluso cuando se reprime a otro ciudadano, a veces, también se ayuda al ciudadano al que se reprende. Al final del día, el trabajo policial ha beneficiado a más que a menos. Por ser creyente, tanto yo como los demás –ojalá fueran más- estamos “castigados” en nuestro propio entorno, dentro de la propia comunidad policial.

Comprendo que la rebaja salarial que se nos va a imponer dentro de unos días, por parte de la Administración, va a perjudicar a muchos, ¡joder! a todos nos va a perjudicar, también a mi. De todos modos, si siempre estamos presumiendo de profesionalidad, ¿Por qué ahora algunos han decidido trabajar a “ralentí” o trabajar mucho menos? –la verdad es que demasiados han trabajado así siempre, ahora solo tienen una excusa oficial, secundada por muchos-

¿Somos o no somos profesionales? Si hoy es delito “esto o aquello” y por ello lo perseguimos, ¿Por qué, mañana, cuando nos bajen el sueldo vamos a dejar de perseguir ese mismo delito…? Seamos coherentes, o por lo menos profesionales. Tú padre, mi abuelo, tu vecino o el primo de la mujer de cualquiera, nada tiene que ver en esto, si mañana los están atracando, puede que me necesiten a mí, o incluso a ti; igual pasará si sufren un accidente. ¿Vamos a acudir a las llamadas de socorro con la celeridad de siempre y con la misma predisposición y compromiso o vamos a NO ir? ¿O vamos a llegar tarde para JODER al Gobierno del Estado? De verdad, créeme, no joderemos a ZP, joderemos a mi primo, a tu padre, a tu abuelo y al vecino de tu hermano.

¡Amigo! ¡Compañero¡ por favor, deja que algunos sigamos creyendo. Prueba a creer, quizás estés a tiempo de salvarte.

Don Gonzalo

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