POLICÍA LOCAL DE TARIFA (Página no oficial)

martes, 25 de enero de 2011

LOS CINCO NIVELES DE PERICIA EN MANEJO PROFESIONAL DE LAS ARMAS

Por: Ernesto Pérez Vera

Muchos Profesores del Tiro Policial, de todo el mundo, usan la clasificación de niveles de competencia y pericia en el manejo de armas que seguidamente detallaré. Aún internacionalmente muy extendida entre los profesionales de la enseñanza del tiro y la táctica policial, nadie es capaz de confirmar, con garantía, cuando, donde y quien creo tal división de niveles de capacidad profesional. En cualquier caso, creo que todos convendrán conmigo en que, la clasificación, es ingeniosa, didáctica y extremadamente acertada.

Lean y juzguen
Primer Nivel: INTENCIONALMENTE INCOMPETENTE (I.I.)
Aunque parezca mentira, estos, los I.I.s, son aquellos que están obligados a llevar armas. Son los que las portan por obligación imperiosa de la LEY. Estos, además, conocen perfectamente sus nulas habilidades, pero pese a ello se niegan -cerrándose en banda- a mejorar su pericia. El I.I., por vaguedad y miedo al ridículo, no participa de los entrenamientos de su unidad o plantilla –sabe de su torpeza en la materia-

Las páginas de los periódicos están llenas de noticias protagonizadas por sujetos de este perfil. Por desgracia, los I.I.s., con demasiada frecuencia, provocan accidentes que acaban con las vidas de vecinos, familiares, compañeros o con sus propias vidas. Por regla general, y aún siendo obligados a acudir a las tiradas reglamentarias, no se sacará nada positivo de ellos. Gastaremos tiempo, munición y esfuerzos, para nada.
Segundo Nivel: DESCONOCEDOR DE SU INCOMPETENCIA (D.I.)
El D.I. no sabe que no sabe. Es incompetente porque aún no sabe que es un Incompetente. Normalmente, estos sujetos han sido entrenados o formados de modo muy básico, a veces ni eso. Los profesionales de este perfil, seguramente, nunca se han visto en una situación real que les haya dejado al “descubierto” sus carencias. Sin embargo, conozco casos de D.I. que ante una situación real se han sentido, y se han sabido, NO PREPARADOS. Pese a todo, han preferido gastar su tiempo en cualquier cosa antes de asumir que requerían de formación “extra”. Me atrevo a decir que dentro de este perfil es donde más profesionales de las Fuerzas de Seguridad se encuentran.

Son Desconocedores de su Incompetencia aquellos que solo acuden a los ejercicios de tiro reglamentarios en su institución policial, pero lo hacen sin interés alguno. Estos mismos dan por buena y sobrada esa formación o entrenamiento periódico –demasiadas veces, muy periódico-

La mayor parte de los que están dentro del perfil D.I., se dan cuenta de sus lagunas y paupérrimas habilidades en los peores momentos. A veces es demasiado tarde: descubren sus miserias cuando ya han sido agredidos de modo grave con armas de fuego u otros instrumentos. La mayoría nunca lo descubrirá.

Tercer Nivel: El CONSCIENTEMENTE INCOMPETENTE (C.I.)
Si el Desconocedor de su Incompetencia sobrevive a su primer encuentro armado, o es testigo próximo de algo similar en la persona de un compañero, se convertirá en un Conscientemente Incompetente –ahora, sabe que NO SABE-. Seguramente, tan pronto tenga tiempo, buscará ayuda formativa. Ha despertado y “le ha visto las orejas al lobo”. Ahora ha salido de las cavernas “de Platón”, y además por la puerta grande. Ahora sabe algo más: no quiere que vuelva a ocurrir. ¡Desde ya¡ se convierte en un tipo con interés por el tiro y el manejo del arma. Atenderá las explicaciones y lecciones de los instructores, y estará motivado. Ahora no criticará a los que se entrenaban mientras él no lo hacía. Ahora, quiere alcanzar cierto grado de pericia.

Cuarto Nivel: El CONSCIENTEMENTE COMPETENTE (C.C.)
Con la filosofía adecuada del entrenamiento, y con interés por parte del alumno, el C.I. se convierte en un C.C. El Conscientemente Competente llegará a manejar su arma con habilidad y seguridad, solventará interrupciones y desenfundará con celeridad ante la señal del instructor. Llegará a entender que su disparo debe impactar en el blanco que él quiere impactar, pues de no ser así, dará donde no quiere impactar, y ello puede provocar lesiones o daños innecesarios. Un riesgo muy alto que nunca se debe correr. Nosotros somos lo “buenos”, es el “malo” el que, por serlo, se puede permitir cualquier cosa.

El C.C. conoce las posiciones de tiro. Conoce variadas técnicas defensivas para usar en determinados supuestos y se siente cómodo en la galería aún cuando se le instruye bajo presión. Pero pese a todo eso, todavía no reacciona de modo instintivo ante situaciones extremas.

Quinto Nivel: El INCONSCIENTEMENTE COMPETENTE (I.C.)
El I.C. es el menos común de los perfiles. Este perfil se puede denominar como: de Maestría. No es fácil encontrar a muchos Inconscientemente Competentes en una misma plantilla. El I.C., tras muchas horas de entrenamiento, miles de disparos, años y años de repetición de ejercicios, maniobras y manipulaciones con su arma, ante el indicio de un ataque es capaz de reaccionar instintivamente y salir de la línea de tiro de su potencial agresor. Sabrá cubrirse de modo eficaz, y a la par que sale de la línea de tiro de su atacante, será capaz de desenfundar y dirigir su arma hacia él.

El I.C. también ha preparado su mente -no solo su cuerpo y equipo- para el enfrentamiento a vida o muerte. Ha reflexionado mil veces sobre la posibilidad de tener que usar su arma contra otra persona que pudiera tratar de quitarle la vida. Ante esa reflexión, asume que llegado el caso…lo hará: disparará contra quien tenga que hacerlo –siempre con la estricta observancia de lo que el Ordenamiento Jurídico establece respecto al empleo de armas y la legítima defensa-
El Inconscientemente Competente es ese que ante una interrupción de su arma, y tan pronto ésta se produce, consigue resolverla y devolver el arma a situación de fuego eficaz; y todo en décimas de segundos.

CONCLUYENDO
Estoy seguro de que todos los que están ahora leyendo este artículo conocen a compañeros que podrían perfectamente encajar en todos los niveles que se han descrito, ¿verdad que sí?. También estoy seguro de que la mayoría de esos compañeros “identificados” como integrantes de alguno de estos niveles, encajan en los perfiles de los niveles 1º, 2º y 3º.

Llegados a esa conclusión: les insto a ustedes a que participen de algún modo en mejorar las capacidades de sus semejantes más próximos. Traten de hacerles entender que deben tomarse más enserio esta materia. Intente hacer llegar este artículo a esos compañeros. Puede que algún día, tanto ustedes como ellos, se sientan mejor sabiendo que al menos se intentó…

Además de a sus compañeros, trasladen este texto, o su filosofía, a sus mandos o responsables políticos y sindicales, pues ellos, más que nadie, son los responsables de los “estancamientos”. Recuérdenles que la Administración está obligada a formar de modo continuo y permanente a los funcionarios, y que esta materia, la de tiro y armamento, no pica, no provoca ronchas, no contagia enfermedades, todo lo contrario.

De una mala formación se deriva una mala praxis, y de ella se pueden derivar daños y lesiones propias y ajenas, y a veces muertes innecesarias. De esas muertes, después, no solo el funcionario deberá responder ante la Justicia, sino que la propia Administración también tendrá que hacerlo en muchos casos.

Esta ingeniosa clasificación que acabamos de conocer, está basada en la programación neurolingüística (PNL), que es el estudio de los procesos mentales con el fin de obtener un modelo formal y dinámico de cómo funciona la mente y la percepción humana. La PNL intenta definir patrones directos sobre la conducta humana relacionados con el lenguaje. La programación neurolingüística tiene sus orígenes en las investigaciones publicadas en 1973 por Richard Bandler y John Grinder.

Bandler estudió psicología, matemáticas e informática en la Universidad de California, culminando sus estudios en esta universidad en 1973. Y Grinder, además de ser especialista en lingüística inglesa, por la Universidad de California, cursó estudios de psicología en la Universidad de San Francisco. Durante la guerra fría fue Capitán de operaciones especiales del Ejército norteamericano, estando destinado siempre en Europa. También, en esa época, ingresó en la CIA.■

Periódico ARMAS de agosto/septiembre de 2010

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