Por: Jorge Benítez.
Oficial de la Policía Local de Tarifa
Experto en Criminología y Seguridad Pública.
Desde hace varios días hemos puesto a disposición de los seguidores de nuestro blog y de todo aquel que lo desee, las estadísticas de la Policía Local de Tarifa. A mi humilde entender, debemos otorgar a las memorias policiales la máxima importancia como herramienta objetiva y eficaz para la publicitación, comprensión y defensa de la tan incomprendida, y en muchas ocasiones menospreciada labor policial.
Oficial de la Policía Local de Tarifa
Experto en Criminología y Seguridad Pública.
Desde hace varios días hemos puesto a disposición de los seguidores de nuestro blog y de todo aquel que lo desee, las estadísticas de la Policía Local de Tarifa. A mi humilde entender, debemos otorgar a las memorias policiales la máxima importancia como herramienta objetiva y eficaz para la publicitación, comprensión y defensa de la tan incomprendida, y en muchas ocasiones menospreciada labor policial.
Unas estadísticas policiales no deben ser tan solo un número determinado de actuaciones que una vez aglutinadas, ilustradas y encuadernadas, duerman el sueño eterno en el cajón del primer político o jefe de turno que se precie.
Este registro de actuaciones puede tener tantas ramificaciones como estudios a nivel generalizado o específico queramos hacer de cualquier asunto relacionado con las funciones encomendadas a los agentes policiales, de las relaciones entre estos y los ciudadanos, de las relaciones entre los funcionarios policiales y otras áreas de la administración a la que pertenezcan, o porque no, de estos con otras administraciones externas, etc…
También encontramos que internamente se pueden valorar y analizar cuestiones tan relevantes dentro de las administraciones públicas como la producción efectiva de los funcionarios afectados (muy demandada en la actualidad, y que cada vez más, se estudia la posibilidad de vincular esta productividad a las retribuciones de los empleados públicos), el nivel de efectividad en las medidas aplicadas para las mejoras de la seguridad, índices de criminalidad, etc…
Como podemos observar, las estadísticas policiales se prestan a intentar solucionar desde una perspectiva puramente objetiva las cuestiones planteadas sobre un tema concreto, o entrar porque no, a valorar el funcionamiento correcto o defectuoso de un sistema establecido, sin dejar de lado la obviedad de que las estadísticas también se prestan a ser sesgadas por aquellos que las realizan o las mandan a realizar, dándole la orientación que mas beneficie a sus intereses eludiendo lo verdaderamente importante, que es la solución efectiva del problema.
Dejando claro que esta segunda opción ha de ser tenida en cuenta, vamos a soslayarla y centrarnos en los registros reales que son aquellos que verdaderamente nos ofrecerán unos resultados ecuánimes, permitiéndonos afrontar de manera correcta y regia las cuestiones que se nos planteen.
Las estadísticas policiales deben y tienen que ser la herramienta que cumpla una serie de objetivos primordiales, aunque ya ha quedado aclarado que son múltiples los factores que pueden ser objeto de análisis estadístico.
A continuación nos centraremos en aquellos aspectos que afectan de una manera generalizada a la función policial.
El primero de ellos lo encontramos en el hecho de dar a conocer a los ciudadanos el trabajo que realiza su policía, siendo esta la única forma de materializar la labor que los funcionarios policiales llevan a cabo. Con la divulgación de las estadísticas policiales logramos hacer efectivo el Principio de Participación, principio a través del cual la administración pone a disposición de sus administrados los datos objetivos y necesarios que permitan el acercamiento y la implicación en las políticas de seguridad, favoreciendo con ello una participación ciudadana que contribuya a la elaboración y el apoyo en las iniciativas políticas dirigidas a mejorar la seguridad en nuestras ciudades. De este modo, aumentamos la probabilidad de contar al menos con ideas y comentarios generalizados, cargados de fundamento o que al menos estén nutridos, en la medida de lo posible, de la mayor cantidad de objetividad posible.
Teniendo en cuenta la inmensa responsabilidad que vienen soportando los alcaldes de las ciudades en las últimas décadas en cuanto a la seguridad ciudadana que afecta a sus municipios, la iniciativa de promulgar y dar la máxima publicidad al trabajo policial realizado se hacen aún mas necesario, ya que por todos es sabido, el poder influyente que tienen sobre los gobernantes, (pertenezcan de la administración que pertenezcan), los comentarios y opiniones perniciosas que sobre los asuntos de interés público hace la ciudadanía, y mas aún si cabe, cuando el asunto a tratar es sobre la seguridad pública, dada la negativa influencia social que tienen los problemas derivados de la inseguridad ciudadana por las alarmas sociales que generan, sean estas razonadas o no, de ahí que el contenido de dichas opiniones deba estar lo mas fundado posible para que puedan ser contrastadas, o de lo contrario, pueda rebatirse tomando con ello decisiones NO impulsadas por las expresiones vacías y basadas en simples apreciaciones o experiencias personales que no reflejan la realidad social que en un momento determinado se vive. Esta falta de contenido en las opiniones y la consecuente toma de decisiones políticas basadas en ellas, genera en la mayoría de los casos una alarma social infundada y las posteriores repercusiones negativas para los funcionarios encargados de la seguridad, traduciéndose esto en una falta de apoyo social hacia los cuerpos policiales, desconfianza y un malestar generalizado hacia los mismos. Esta repercusión final a la que nos referimos, experimenta por el contrario una reacción que se contrapone precisamente con las expectativas esperadas por los gobernantes y ciudadanos, vertiendo nuevamente la culpabilidad sobre los funcionarios policiales, por los evidentes malos resultados debido a la equívoca toma de decisiones ausentes del imprescindible y preceptivo análisis.
Tras el análisis de esta primera función asignada a las estadísticas, los profesionales que nos dedicamos a la seguridad empezamos a sentir y a imaginarnos una sensación satisfactoria, experimentada ante el hecho de vernos apoyados y arropados por la inmensa mayoría de los ciudadanos, ya que siendo sinceros y realistas, nunca contaremos con el apoyo total de estos por los evidentes motivos que ya todos conocemos.
Del mismo modo las estadísticas deben ser planteadas como punto de partida ante los gobernantes que suelen atender de manera infundada y principalmente movidos por intereses exclusivamente electoralistas, a aquellos ciudadanos que cuentan con una percepción distorsionada de lo que realmente es un problema grave de seguridad, que requiera de medidas o de un planteamiento específico, y evitar con ello la toma de decisiones apresuradas, equivocadas y que llegan a distorsionar la realidad sobre el problema en el que se pretende intervenir.
El segundo de los planteamientos sobre las estadísticas policiales está basado en criterios técnico policiales. Las estadísticas deben representar de la forma más extensa y nítida posible la realidad dentro de la función policial. Esta debe estar estructurada en varios apartados matrices y en otros que de manera específica atienda a los problemas o dificultades que se planteen en el tiempo. Este estudio nos permitirá abordar el problema, apoyados en un preciso análisis generalizado y en otro de índole particular que nos ayude a comprender y nos permita estudiar la forma mas adecuada de atender el conflicto, procurando con ello el mayor nivel de éxito posible en su resolución.
Otra de las propuestas va dirigida a la organización y mejoras dentro del funcionamiento interno del cuerpo policial, ya que se pueden justificar de forma fundada un posible aumento de plantilla, la adquisición o la adaptación de materiales diversos, la modificación en el organigrama de la plantilla policial, la creación de unidades específicas, etc. Igualmente nos permitirá conocer la realidad que se esconde dentro de las plantillas formadas por funcionarios policiales, ya que el nivel de compromiso, profesionalidad, metas, etc. no se encuentra al mismo nivel en cada unos de los integrantes de la organización.
Parece interesante la idea de proyectar las estadísticas policiales como instrumento que contribuya a la correcta optimización de los recursos humanos dentro del propio organigrama. Para conseguir dicho objetivo, se necesita de ese previo conocimiento de la realidad a la que antes nos referíamos y posteriormente aplicar mecanismos de recompensa que sean proporcionales a las tareas realizadas, propiciando la motivación e impulsando la iniciativa dentro de un trabajo que requiere de forma imperiosa de estos dos requisitos (motivación e iniciativa), ya que los niveles mínimos productivos nacerán de los planteamientos o directrices marcadas por los superiores jerárquicos y de aquellos servicios demandados por los ciudadanos, al igual que los niveles máximos de producción serán fruto de la suma de las causas que motivan los niveles mínimos anteriormente enumerados, mas la suma de la propia iniciativa y celo profesional de los agentes.
Como hemos dicho anteriormente, la iniciativa debe necesariamente ir acompañada de aquellos mecanismos motivacionales, alcanzando con ello entrar en un círculo vicioso que propicie una retroalimentación que ayudará muy positivamente a alargar la vida laboral de los agentes en unas condiciones óptimas, teniendo en cuenta, como no podía ser de otra manera, la edad de los mismos, ya que el paso del tiempo revertirá negativamente en las necesarias condiciones psicofísicas para el buen desempeño de las funciones y tareas asignadas a los funcionarios policiales.
Ante la pregunta que encabeza este artículo “Estadísticas policiales ¿son realmente necesarias?”, solo cabe destacar, y para finalizar, que las estadísticas policiales se constituyen como la herramienta primordial para el buen funcionamiento de los cuerpos policiales, ya que si se plantean de la mejor forma, nos desvelará esa tan necesaria realidad que vivimos los profesionales de la seguridad, y nos ayudará a solucionar ese amplio abanico de conflictos que inciden negativamente en estos colectivos profesionales sometidos de manera incesante a presiones internas y externas que influyen negativamente en lo mas profundo y obvio de nuestra función principal, que es nuestra total entrega al servicio de los ciudadanos. Basados en estos registros, contribuiremos a que los ciudadanos conozcan la realidad diaria que vivimos los policías, cooperará igualmente con ese necesario aumento en la motivación de los agentes, las iniciativas y en las aspiraciones profesionales de cualquier buen policía que se precie. Este aumento viene propiciado por la observación que de estos registros hacen los propios agentes, apreciando el fiel reflejo del trabajo realizado y disfrutando con ello de esa sensación placentera que se experimenta al poder comprobar que un año mas hemos contribuido y hemos aportando nuestro granito de arena en mejorar nuestra sociedad y con ello, pretender lo que todos aquellos que nos dedicamos a la función pública deberíamos desear, y que es la consecución de una convivencia segura y pacífica, aunque se de sobra, que suena un tanto idílico.
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