Ernesto Pérez Vera
Instructor de Tiro Policial y DefensivoDesde el punto
de vista táctico/defensivo y de la seguridad en el manejo de armas cortas, resulta de primordial interés el entrenamiento del desenfunde/enfunde del arma, así como el manejo táctico de la misma y las demás manipulaciones posibles. La mejor forma de entrenar, algunas de las maniobras antes referidas es en SECO. Esta podría ser una definición de tiro en seco o entrenamiento en seco: aquellas manipulaciones y/o maniobras de “tiro” que se realizan con un arma de fuego pero sin munición, bien por la seguridad del entrono donde se lleva a cabo el entrenamiento, o bien por economizar munición mientras se adquiere destreza, habilidad y confianza por parte del tirador.
No son muchos los que entrenan en seco las operaciones de desenfunde, encare, solventar interrupciones, recargas y devolución del arma a su funda, entre otras tantas operaciones. Durante los periodos de formación en Academias y Escuelas de Policías, quizás se deberían aumentar las horas de formación en este tipo de ejercicios. La mayoría de los usuarios de armas defensivas (funcionarios con licencia de armas Tipo A o ciudadanos con la Tipo B) solo entrenan en las galerías de tiro y casi siempre poco y con programas formativos poco acertados y nada reales. En mi opinión, antes de pasar al campo de tiro o a la galería, el usuario debe tener un amplio conocimiento de cómo f
unciona su arma y poseer una gran calidad en el manejo de la misma; esto le aportará al tirador seguridad cuando esté ante una situación crítica con el arma en la mano. Por ello, estas prácticas deberían llevarse a término también por agentes veteranos.
Sería conveniente el uso periódico de este tipo de entrenamiento, tanto a nivel oficial como dentro del ámbito privado -horas de no servicio- del agente. Esto aportará mucha soltura y eficacia en las manipulaciones del arma. Ni que decir tiene que, todas aquellas manipulaciones en seco que realicemos, se deben efectuar con el misma arma que usamos para el trabajo o para nuestra defensa, cumpliendo con lo que dice aquella máxima de los Centuriones de las Legiones Romanas:
“ENTRENA COMO TRABAJAS, TRABAJA COMO ENTRENAS”. Todo lo anterior, llevará al tirador a crear hábitos dactilares y memoria muscular. La mencionada memoria muscular hará que realicemos todas las operaciones en seco con tal rapidez y eficacia que cuando se presente la ocasión de repetirlas con fuego real, seremos, infinitamente, más seguros mental y tácticamente.
Para realizar este tipo de entrenamiento no precisamos de instalaciones concr
etas y profesionales, solo necesitamos estar en un lugar en el que estemos solos, o acompañados de personas que estén previamente advertidas de que nuestro arma está vacía, y de que vamos a llevar acabo ejercicios de tiro en seco. No obstante, tal como está la situación actual en nuestra sociedad, con respecto a las armas y la policía, quizás la mejor forma de hacer este entrenamiento sea en privado o en unión de otros compañeros interesados.
Cualquier sitio de nuestra casa puede ser un lugar acertado para efectuar la mayoría de ejercicios que un profesional de las armas necesita repetir miles de veces. Quizás el desenfunde y encare sean las principales maniobras que deben ejercitarse, amen de la devolución del arma a la funda de modo táctico. La repetición de esta maniobra se podría hacer en cualquier sitio de la casa, incluso frente a un espejo de los que tengamos en casa; de ese modo, durante la repetición del ejercicio, nos podremos estar observando en el espejo sin desviar la vista hacia el arma o funda -no olvidemos que nunca hay que apartar la vista de la zona de donde proviene la amenaza, en este caso…el espejo-
Otro modo de llevar acabo el adiestramiento de desenfunde/encare/enfunde, podría ser con armas Dummy. Estas armas son de color tan llamativo que, incluso a distancia, advierten a cualquier “observador” de que el arma que tenemos en la mano es un arma inerte. Estas armas son de goma maciza y carente de movimientos en sus partes. Así pues, para la triple
-maniobra principal antes referida, este tipo de arma se presenta como una gran opción. Son también ideales para entrenar desarmes a supuestos agresores, pues gracias a que este arma simulada está construida con goma, no sufrirá daño alguno si durante las sesiones de entrenamiento cayera al suelo.
Estas armas son muy reales, poseen tamaño, perfiles y formas idénticos a los de las armas reales, existiendo una enorme oferta de marcas y modelos tanto de armas largas como cortas, así como de cargadores, granadas, cuchillos o radiotransmisores. Estas útiles herramientas se fabrican imitando a la inmensa mayoría de armas y modelos modernos.
Otra maniobra de vital importancia y que requiere de entrenamiento continuo y seguro, es la de la introducción del cartucho en la recámara frente a una amenaza. Naturalmente este ejercicio lo deben entrenar aquellos que no trabajan en condición de arma alimentada, o sea, los que trabajan a recámara vacía.
Esta maniobra no solo es importante para la seguridad del que la tiene que efectuar ante una agresión criminal, o ante una amenaza que requiera de montar el arma en prevención; también es vital para aquellos que se encuentren en el entorno donde se lleva acabo la operación de alimentar la recámara ante esa grave situación. Para el operador es vital, porque, de una rápida y correcta alimentación de la recámara, puede depender el resultado del enfrentamiento entre el “bueno y el malo”. Es también vital para el entorno, porque de ser una operación mal realizada, o efectuada de m
odo inseguro, se podría producir un accidente de disparo no deseado y las consecuencias pueden ser muy graves para todo aquel que se encuentre físicamente próximo al lugar de la confrontación.
Creo que ya, a nadie se le escapa que tener que montar el arma durante una acción policial, va unido, en el 90% de los casos, a situaciones de mucho riesgo para el agente. De ello se desprende que, el agente estará en una situación psíquica y física muy mermada, puede que incluso herido y con la capacidad cognitiva no en su mejor momento. Así pues,
si cuando más peligro siente el agente, si cuando más nervioso está el agente, si cuando de una mala práctica se puede “descolgar” un accidente, es, precisamente cuando se debe hacer una manipulación como es la de introducir un cartucho en recámara… ¿no será más aconsejable portar el arma siempre alimentada?
Yo abogo siempre por el porte del arma en condición de uso inmediato. Eso sí, no sin antes instruir, debidamente, al agente, no solo tácticamente, sino incluso mentalmente. Existen otros motivos para portar el arma con recámara alimentada, pero esos motivos son puramente tácticos y se pueden ver en un artículo con otro título.
Para entrenar en seco, tanto la acción de presionar el disparador del arma como las maniobras de alimentar la recámara o de vaciado de la misma, solventar interrupciones, alimentar cargadores, realizar cambios de cargador, etc., se deben usar cartuchos aliviapercutores. Estos cartuchos no dañarán el sistema de disparo y percusión. Los aliviapercutores suelen ser translúcidos y de llamativo color y dejan ver, a través de su cuerpo, un muelle o resorte, el cual está conectado con la base del culote que es donde golpeará la aguja percutora del arma. Cualquiera que esté observand
o el ejercicio podrá reconocer, como inertes, a estos cartuchos y no tendrá que temer a un accidente.
Entrenamiento con Arma Real y con Cañón de PlásticoExiste otra forma de realizar algunas de las manipulaciones y maniobras de las que venimos hablando. Para ello usaremos un cañón inerte que nos permitirá usar el arma real con la que trabajamos.
Con el cañón inerte de plástico color amarillo o naranja “muy vivo”, podremos entrenar cambios de cargador, montar y desmontar el arma, dirigir hacia el blanco tras desenfunde. Incluso se podrá simular la alimentación del arma como respuesta a un ataque. Este cañón de plástico se sustituye fácilmente p
or el cañón original y desde fuera del escenario en el que estamos entrenando, es fácilmente identificable como arma de entrenamiento.
Con este método es imposible que, por error, se introduzca un cartucho de fuego real en la recámara, tampoco aliviapercutor-Dummy. Su diseño impide que se alimente la recámara del cañón inerte. No existe dicha recámara. Algunos fabricantes como Sig Sauer, incorporan en el estuche de entrega de sus más modernos modelos, un cañón de este tipo, concretamente en el modelo Sig Pro-2022.
Otros medios o modos más sofisticados de entrenar en secoExisten otras formas de entrenar en seco, y además, en este caso, de un modo muy realista. Con el sistema que vamos a estudiar seguidamente, se podrá hacer todo el recorrido del disparador, como cuando se efectúa el tiro en sí, también permite las manipulaciones de recarga, desenfunde/enfunde, encare, etc.
Las modalidades de las que ahora vamos a hablar, conllevan un desembolso económico que no todos pueden permitirse, si acaso los profesionales de la formación o los centros de formación en sí. Me estoy refiriendo por ejemplo al empleo de armas inutilizadas expresamente para este fin concreto.
La inutilización de un arma consiste en neutralizar sus mecanismos de disparo,
haciendo imposible que el arma pueda producir un disparo, aún permitiendo el total movimiento de sus piezas. Esta inutilización debe estar visada por la Intervención de Armas de la Guardia Civil. Una vez inutilizada el arma, podremos ejercitar con ella y en casa, todas las manipulaciones que se quieran hacer a un arma en condición de fuego.
Naturalmente inutilizaremos, o compraremos inutilizada, un arma de igual marca y modelo que la que portamos para trabajo o para nuestra defensa. La pega es el coste.
Marcas tan prestigiosas como la austriaca Glock, o la germano-suiza Sig Sauer, fabrican modelos que no permiten el disparo pero sí la alimentación de su recámara con cartuchos inertes. Estas armas, permite
n cualquier manipulación y el desarme completo para su estudio. Así pues, la marca Glock en su catálogo presenta el modelo Glock 17R, el cual está construido con el armazón en vivo y llamativo color rojo que, incluso a distancia, advierte de la presencia de un arma no real, sino de adiestramiento o manipulación. Por su parte, Sig Sauer oferta, actualmente, dos modelos,
la SP 2022 TRG y la P226 TRG, que al igual que el modelo de Glock, están fabricados en llamativo color rojo.
El uso de colimadores LASER también se puede realizar un eficaz entrenamiento de tiro en seco. Este sistema es algo costoso pero más asequible que las armas inutilizadas. Este dispositivo permite el uso del arma real que usamos para el trabajo.
Con el LASER podremos hacer disparos simulados contra cualquier objetivo o blanco dentro del entrono que hayamos elegido para la instrucción. Ante la activación del sistema de disparo y per
cusión, sobre el cartucho inerte que tengamos en la recámara, se producirá una vibración que activará el dispositivo LASER. Una vez el Laser “recibe” la señal que lo activa, emite un punto rojo que será visible en aquel lugar donde estuviera dirigida la boca de fuego, de ese modo podremos intuir con bastante aproximación, cual hubiera sido el punto de impacto en situación de fuego real.
Estos dispositivos existen en varios formatos, siendo los más comunes los del tipo cartucho, los cuales tienen forma muy similar a un cartucho real y se alojan en la recámara cual cartucho de fuego real. De otro tipo son aquellos que se introducen en el interior del cañón desde la boca de fuego, siendo su forma totalmente cilíndrica y de un grosor suficiente para que las paredes del cilindro y su base, estén en contacto con el cañón, permitiendo que la vibración del disparo sobre el cartucho inerte, active el LASER
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PARTE DE ESTE ARTÍCULO, HA SIDO PUBLICADO EN EL PERIÓDICO ARMAS- EN JUNIO-JULIO 09, EN UN TEXTO SOBRE LA FORMACIÓN EN ESPAÑA.