POLICÍA LOCAL DE TARIFA (Página no oficial)

jueves, 3 de junio de 2010

¿Siempre hacemos todo lo que podemos y debemos…?

No veas que marrón. Ayer, mientras veía un noticiero de TV, vi y oí la noticia de un nuevo asesinato “domestico” a la española. Lamentablemente, esa noticia no lo es ya. Todos los días almorzamos con un nuevo caso de hombre que mata a su “esclava”. El tema me preocupa: soy Policía y creo en lo que hago, por ello lo defiendo. ¡Ay de aquel que no cree en lo que hace!

Algo más me preocupó en el caso de ayer en Pruna (Sevilla). Como decía antes, que G.B.M. de 41 años cayera muerta a manos de F.M.P.R. de 35 años, su pareja sentimental, no es noticia por desgracia. G.B.M. es una más de la lista que se cerrará el día 31 de diciembre del 2010. Lo que me preocupa es si esto preocupa a muchos más. Sí, parece un juego de palabras. Pero no lo es.

A la familia de G.B.M. le preocupa, no cabe duda, a sus amigos quizás también. Pero mis dudas y cuestiones nacen de lo que, con asombro, escuché en TV: G.B.M., mientras vivía, se personó, según la familia, hasta tres veces en el Puesto de La Guardia Civil del pueblo, pero no presentó denuncia nunca. La familia de la interfecta sostiene que cuando G.B.M. se personaba en las dependencias policiales siempre decía tener miedo a denunciar, por ello, aún manifestándolo ante los funcionarios, no presentaba la denuncia por escrito. ¿Es lícito tener miedo? Creo que sí. Es más, afirmo que lo es.

Pero, ¿Tienen obligación los ciudadanos de presentar denuncia aún cuando tenga miedo de presentarla? ¿El maltrato doméstico y/o en el ámbito familiar es un delito público o privado? ¿Se pone en conocimiento de la autoridad judicial toda incidencia de esta índole? ¿Pueden o deben los agentes de la autoridad, de oficio, sean del cuerpo que sean, dar conocimiento a su señoría de tales hechos públicos? Amigos, un muerto no denuncia, pero si el muerto lo es por acciones violentas, incluso imprudentes, se procede a detener al que mató, ¿o no? O al menos se intenta, ¿verdad?

Demasiadas veces, demasiados ciudadanos son ignorados. También, demasiadas veces, demasiados policías son ignorados, por los suyos, cuando, de oficio, intentan dar cuenta a la autoridad judicial de hechos de la misma naturaleza que acabó con G.B.M. Si más gente quisiera lo que hace y no hiciera lo que quiere, otro gallo cantaría en muchos campos.

Descanse en Paz la víctima número 28 ó 29. Da igual el número, al rato de fallecer G.B.M. de 35 años en Pruna, F.B., de 47 años, en Salt, se unió a ella.

Don Gonzalo

1 comentario:

  1. Impecable, si señor. A ver si se remueven algunas conciencias por ahí...

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