POLICÍA LOCAL DE TARIFA (Página no oficial)

martes, 24 de agosto de 2010

ROYAL GIBRALTAR POLICE (1ª PARTE)

Por: Ernesto Pérez Vera

Con acento gaditano, vecinos y cuando no, hermanos; así de cercanos, tan parecidos y sin embargo, tan desconocidos. Esa es la realidad del pueblo gibraltareño de cara a la mayoría de la ciudadanía española, y también lo es la realidad de la Royal Gibraltar Police, el cuerpo de policía metropolitano que protege las calles de este territorio británico de ultra mar.

Hace unos meses, en el número 83 de esta misma publicación, dimos a conocer, en total exclusiva a nuestros lectores, la existencia de un peculiar cuerpo policial de naturaleza civil pero de directa dependencia militar: la Gibraltar Services Police, -desde el 16 de diciembre de 2009, Gibraltar Defence Police-. Hoy traemos, como en aquella ocasión, una nueva exclusiva: todo sobre la Policía Local de Gibraltar, o lo que es lo mismo, la Royal Gibraltar Police.

Primeros pasos: la historia
Como es bien sabido por todos, la Policía Metropolitana de Londres es considerada como la más antigua del mundo. Naturalmente, hasta la creación de este cuerpo de agentes de la Ley, existían, tanto en el Reino Unido como en otros países, otros cuerpos o dispositivos encargados de la vigilancia y de la seguridad de personas, urbes y caminos. Sin ir más lejos, -incluiré un dato histórico y curioso- en España, la Reina Isabel I de Castilla ordenó en 1476 la creación de la Santa Hermandad (1). No obstante, la Policía Metropolitana de la capital inglesa fue la primera en dar a sus integrantes un carácter profesional y una organización interna que ha llegado, en mayor o menor medida, a nuestros días.

En 1829, el entonces Ministro del Interior, Sir Robert Peel, puso en marcha el proyecto de creación de un cuerpo uniformado de seguridad, para velar por la seguridad en las zonas urbanas y para restablecer el orden tras los casos de disturbios que la época traía consigo -revueltas sindicales en los inicios de lo que se denomina la Revolución Industrial-. Mr. Peel era conocido por el apelativo de Bobby, de ahí que, desde entonces y hasta nuestros días, los oficiales de policía británicos sean así denominados: bobbies. El modelo policial británico, a nivel de institución, sirvió de patrón o modelo a muchos países, principalmente a Estados Unidos, y a la mayor parte de países de su área de influencia.

No obstante, tras lo anteriormente manifestado, debo decir que en 1812, el propio Sir Robert Peel, fundó un cuerpo similar en Irlanda del Norte. Pero ese cuerpo irlandés no tenía el carácter permanente y profesional que recibió el londinense.

Desde aquellos lejanos días siguen teniendo, los policías británicos en general, la misma filosofía de servicio, esto es: el mantenimiento del orden y la prevención del delito, y no tanto, la represión del mismo. De hecho, y por ese mismo motivo, son famosos por el hecho de trabajar sin armas de fuego, si bien, esto en pleno siglo XXI no siempre se puede mantener. Determinadas misiones policiales hacen preciso el uso de este tipo de armas. La vieja costumbre de prestar servicios, como norma general, desarmados, convive con otras tantas tradiciones. Sirva de ejemplo de estas, el empleo que se continua haciendo del gorro característico de los Bobbies, el cual es utilizado por Oficiales y Sargentos siempre que presten servicio uniformado, no así el resto de empleos, los cuales se tocan con gorra de plato y damero negro/blanco.

Si el Cuerpo de Policía Metropolitano de Londres fue el primero del mundo, el Cuerpo de Policía de Gibraltar fue el primero de la Commonwealth -comunidad de naciones, y demás territorios, que poseen lazos históricos muy estrechos con el Reino Unido- Es, por tanto, la Policía de Gibraltar, la segunda fuerza policial, moderna y profesional más antigua del mundo.

El 25 de junio de 1830, en la todavía Colonia de Gibraltar -nombre oficial de la Plaza en la época- se funda la Gibraltar Police, solo pocos meses después de que Sir Robert Peel constituyera ese primer cuerpo policial profesional londinense. Su primer Jefe fue Mr. Henry Morgan, el cual poseía, implícitamente, otro cargo, el de Supervisor de Mercado. En ese momento el nombre correcto del cargo era, Director de Policía y Supervisor de Mercado. Desde la capital del Reino Unido, se desplazó a Gibraltar una comisión policial al efecto de formar a esta nueva fuerza de seguridad. Mr. Morgan, durante sus muchos años en el cargo, consiguió altas cotas de eficacia y éxito, motivo por el cual esta fuerza de policía se ganó el respeto de todos.

A modo de anécdota, decir que el día 28 de julio de 1830, solo tres días después del nacimiento de la fuerza policial, se produjo la primera detención. Este primer arresto fue llevado contra Miguel Morales, un sastre de nacionalidad española que, sin la debida autorización, penetró en la base militar británica.

Merece la pena volver la mirada un poco más atrás en el tiempo, por ello, recordaremos que la fuerza policial protagonista de este artículo, es directa heredera de la Guardia Genovesa.

La Guardia de Frontera o Genovesa la componían ciudadanos civiles, que eran contratados para dar apoyo a las fuerzas militares británicas siempre que surgieran conflictos con la población civil. En esta época, los conflictos de orden y seguridad eran los propios de una ciudad fronteriza: el contrabando de todo tipo de géneros y la inmigración. Los guardias genoveses, en ocasiones, prestaban apoyo a las tropas militares en la vigilancia de La Línea de Contravalación, paso único, y frontera natural terrestre, con el Reino de España. Esto fue allá por 1753, cuando en Gibraltar se comenzó a aplicar la Justicia inglesa.

Por cierto, ese único paso terrestre es el Istmo donde hoy se asienta la ciudad española de La Línea de la Concepción, la cual tomó su nombre de aquella “primitiva” Línea de Contravalación. Se le denominaba Línea de Contravalación al conjunto de fortificaciones españolas que fueron, durante años, usadas en los históricos asedios al Peñón.

Dignos de mención son los empleos de: “Sargento de españoles” y “Sargento de judíos”, existiendo ambos cargos dentro de la referida Guardia Genovesa. Esto refleja el papel que cada uno de los Sargentos tenía dentro de la comunidad en el interior de la Plaza. Tal importancia tuvieron los empleos antes referidos, que tras la disolución de la Guardia Genovesa, se mantuvieron los cargos de “Sargentos de españoles y judíos”. Con el tiempo, y debido al incremento de la población, llegaron a existir hasta ocho (8) Sargentos.

Desde el año 1937 y hasta nuestros días, el Jefe del Cuerpo recibe la denominación de Comisario de Policía. En 1965 se incorporaron a este cuerpo policial las primeras mujeres Oficiales de policía. Su graciosa Majestad Isabel II de Inglaterra, en junio de 1992, tuvo a bien conceder a la Policía de Gibraltar la denominación de “Real”. Desde entonces es denominada Royal Gibraltar Police. El control de entrada y salida de Gibraltar, -inmigración- por parte de personas visitantes de la Plaza, hasta 1990 fue competencia de este cuerpo de seguridad, si bien, desde esa fecha es competencia de una empresa privada de seguridad contratada al efecto por la autoridades gubernamentales.

Actualmente, la R.G.P. posee dos sedes policiales, siendo la principal o Cuartel General, la ubicada en New Mole House. Todavía se mantienen “operativas” las anteriores dependencias policiales, estando las mismas más céntricamente situadas en la urbe gibraltareña y donde, desde hace poco tiempo se instala, en la segunda planta, una sede judicial. En 2005, y coincidiendo con el 175º aniversario de la creación del Cuerpo, Cecilia Baldachino y Tito Benady, ambos escritores e historiadores “locales”, publicaron una magnífica obra que recoge toda la historia de esta organización policial.

Ingreso en el R.G.P. y la formación:
La edad mínima de ingreso en esta fuerza policial, al igual que en otras fuerzas policiales británicas, es de 18 años, no existiendo edad límite para acceder al cuerpo. Un ejemplo: en la última promoción, -año 2009- fueron nombrados 14 oficiales, teniendo alguno de ellos más de 40 años de edad, y no llegando a los 20 años otros de los agentes de nueva incorporación. La primera prueba eliminatoria entre los opositores a las vacantes, se posea la edad que se posea, es la prueba física, la cual se compone de cinco ejercicios: test de resistencia, salto de longitud, circuito de agilidad y velocidad, flexiones y una prueba de flexibilidad.

Otro de los requisitos que deben poseer los opositores, para ser reclutas de la R.G.P., es tener la titulación académica correspondiente al Bachillerato español y poseer una estatura mínima de 150 centímetros las mujeres y 160 centímetros los hombres. Quien posea lo anterior y tenga intención de formar parte de la Royal Gibraltar Police, podrá presentar la instancia de acceso a las pruebas, currículum vitae y certificación de no poseer antecedentes penales. Además de todo lo anterior, el opositor debe, por escrito, expresar cuales son las cualidades que cree poseer para poder ejercer la profesión de Policía en esta pionera fuerza de seguridad. Como antaño ocurría en España, la R.G.P. indagará, en la medida de lo posible y bajo el marco legal, en la vida y la conducta del opositor, de su entorno familiar y de su entorno amistoso. De ser detectada alguna conducta inmoral o ilegal, no pasará el “filtro” previo al ingreso en la Academia de Policía. Si son superadas esas “barreras”, los aspirantes a reclutas pasan por un periodo de convivencia y de entrevistas, que durará un fin de semana, tras ello, definitivamente, serán considerados reclutas con derecho a la formación de Oficial de Policía.

La Academia, o periodo de formación, se cubre dentro de la Plaza de Gibraltar. La formación está dirigida y supervisada por el Inspector John Caruana. Durante las 20 semanas de periodo académico, los reclutas estudian legislación, organización policial del cuerpo, actuación policial y técnicas de control y de orden público. Tras esas semanas, y por un periodo de dos años, estarán en situación administrativa de funcionarios en prácticas. Durante las 6 primeras semanas del periodo de prácticas, los reclutas son asignados a Oficiales veteranos que ejercerán de tutores y con los cuales darán “sus primeros pasos” en la calle.

Aún trabajando en la calle, los reclutas en prácticas son controlados y evaluados mensualmente y trimestralmente, pasando, al menos dos veces, otra vez, por la Academia. Este nuevo “paso” por la Academia se hace a efectos de realizar cursos concretos que serán determinados en cada momento y en atención a factores concretos. A modo de información: para el año en curso, -2010- está previsto que se convoquen 7 vacantes de Oficial. La promoción interna, desde “abajo”, es la única forma de acceder a puestos de mando, esto es común en todos los cuerpos policiales británicos.

La actual Fuerza de la R.G.P. la componen 230 funcionarios, -más que suficientes para una población de aproximadamente 30.000 habitantes y de bajos índices de criminalidad- quedando conformada del siguiente modo: 1 Commissioner of Police (Comisario), 3 Superintendents (Superintendentes), 5 Chief Inspectors (Inspectores Jefe), 12 Inspectors (Inspector), 26 Sergeants (Sargentos) y 183 Police Constables (Oficiales o Agentes de Policía).

El Comisario es nombrado y seleccionado por una comisión compuesta por: el Primer Ministro de Gibraltar, el Gobernador de Gibraltar –representante de la Corona inglesa en La Roca- y por el Comité de la Autoridad de la Policía. Louis Wink, el actual Comisario, lleva 6 años en el cargo.

Los salarios que reciben los agentes de la Royal Gibraltar Police, son muy similares a los que perciben los agentes de los Cuerpos de Policía Local de España, pero superiores a los que reciben los funcionarios policiales del Estado español –Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía-. Así pues, un agente de la R.G.P., durante el periodo académico, percibirá la cantidad anual de 22.000 euros y de 24.000 euros al finalizar la formación. Alcanzados los 14 años de antigüedad en el cuerpo, el Oficial percibirá 34.000 euros anuales. Los Sargentos perciben 34.500 euros anuales, llegando a los 39.000 cuando lleguen a 4 años de antigüedad en tal empleo. La verdad, no están nada mal esos emolumentos.

Cabe destacar que el 10% de los aspirantes a la R.G.P. son mujeres, pudiendo reseñar que cada día son más los nativos de Gibraltar que ingresan en la fuerza. De unos años a esta fecha, se exige al aspirante a Policía que posea un mínimo de 3 años de residencia en la Plaza. El estar casado con un residente es también “salvoconducto” para opositar. Antes de aplicarse esta norma, era muy frecuente el ingreso de británicos llegados de la metrópolis. Respecto a las religiones, hay de todo. Gibraltar es un lugar en el que históricamente han convivido, sin problemas de ningún tipo, personas de todos los credos y culturas, por ello, en el seno de esta fuerza de seguridad, es fácil encontrar a funcionarios judíos, católicos, protestantes e hinduistas, no tanto musulmanes.

La edad de jubilación se puede alcanzar a los 50 ó a los 55 años, según el tiempo de servicio que lleve prestado el funcionario. Un ejemplo sería este: con 50 años de edad y 27,5 años de servicio, un agente se podría jubilar con la siguiente retribución económica: en un solo pago, la suma total de dos sueldos anuales, siendo la mensualidad, desde ese día, de un tercio de la nómina mensual normal. De esa nómina mensual, hasta los 55 años de edad se descontarán impuestos, llegados a los 55 años, el tercio de la nómina será íntegro, sin descuento de ningún tipo de impuestos.

Es digno de mención el trato y seguimiento que reciben los jubilados del Cuerpo o los agentes en servicio activo que requieren de “ayudas” sociales por motivos de salud o ingresos prolongados, de ellos o de familiares, en centros hospitalarios. Dentro del área administrativa de la R.G.P., un agente vela por la calidad de vida de los que precisan algún tipo de mejora vital. También, ese funcionario se encarga de acudir, a presentar los respetos y rendir los honores oportunos, a los actos funerarios de los agentes fallecidos incluso cuando lleven años jubilados.

Existe un “catálogo” muy limitado de condecoraciones en el seno de la Royal Gibraltar Police, pero vamos a conocerlo ahora: la Medalla de Constancia en el Servicio se puede obtener al alcanzar los 15 años de antigüedad, naturalmente, si no se poseen “manchas” disciplinarias en el expediente personal. Alcanzados los 25 años de servicio, a la Medalla antes referida, se añade una barra que acredita esa antigüedad y del mismo modo ocurre cuando se llega a los 30 años de servicio. Por el cúmulo de servicios muy destacados y relevantes, en la Royal Gibraltar Police se puede imponer la Medalla al Mérito Policial.

Con menor categoría que las Medallas antes descritas, se pueden conceder felicitaciones públicas internas, existiendo de dos categorías: las concedidas por el Comisario Jefe o las concedidas por el Superintendente Jefe del Área de trabajo del agente felicitado.

PUBLICADO EN EL Nº 91 DE LA REVISTA WAR HEAT INTERNACIONAL

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