Por: Sufridor en casa
La misma historia se repite y se repite “más que el pepino”. ¡Cuándo cambiará la cosa!
Todos los días lo mismo: policías que no hacen lo que deben. Parece que no se dan cuenta, o es que no les importa: dejan de hacer lo que se debe hacer, sobre todo cuando de perseguir delitos se trata. Eso no es más que otra modalidad delictiva.
Se ha puesto de moda decir que NO se acude a llamadas de auxilio por malos tratos en el ámbito doméstico o familiar. Así de claro lo dicen: “eso no es competencia nuestra…que vayan los de otro cuerpo policial…” Eso que se entrecomilla se repite, día tras día, a través de los radiotransmisores personales y emisoras de muchos coches patrulla. Lo dicen y se quedan tan panchos. Pero lo peor no es que lo diga sino que lo hacen: NO ACUDEN A ESAS LLAMADAS DE AXILIO. Tampoco eso es lo peor, y tampoco es ese el único caso de dejación manifiesta de funciones y obligaciones. Muchos de los que así se expresan son jefes, y no solo se niegan a acudir a esas comisiones de la Sala Operativa de Servicio: también ordenan, incluso con vehemencia, que no acuda ningún coche patrulla. Instan u ordenan a la Sala Operativa, que traslade el servicio y comunicado a otro cuerpo policial de la demarcación. ¡Balones fuera!, como dicen en mi futbolero pueblo…
Aún no ha pasado nada grave, pero pasará. La última batallita librada en ese campo de estiércol no fue ante un requerimiento ciudadano por malos tratos en el entorno “doméstico”, sino que la boca de un impreparado con ansias de poder, y de aliento infecto, dijo lo siguiente ante una llamada de auxilio ciudadano por agresión en la vía pública: “ahí no vamos nosotros, devuelva la llamada a ese ciudadano al que le están pegando en la calle XXXX, y dígale que dirija su llamada a los funcionarios del XXXXXX (otro cuerpo policial con competencia en la demarcación)…al fin y al cabo si vamos nosotros terminaremos compareciendo ante ellos; por tanto que vayan ellos directamente y ya no tendremos que ir nosotros a contarles lo ocurrido….” Sí señor, ¡con dos huevos, y además duros! Lo dijo por su equipo portátil de radio, y se lo transmitió a la Sala Operativa de Transmisiones.
Los esputadores de palabras vacías, algunos con ansias descontroladas de poder, siempre dicen lo mismo. Tienen suerte: aún nadie les ha grabado la conversación radiofónica… Estos sujetos en cuestión deberían algún día ser imputados. Ocurrirá. Por ahora nadie ha fallecido, y tampoco se han sufrido lesiones graves cuando las dejadeces se han manifestado, pero seguro que pasará algún día.
Tan triste, vergonzoso y apestoso como lo anterior, es el hecho de que algunos de los que así se expresan, y tales cosas ordenan, aspiran a ser algo más que jefecillos —algunos ya lo son—, pretenden alcanzar el “generalato” del Cuerpo. Díos proteja a los potenciales subordinados y a los ciudadanos del pueblo. En una ciudad o plantilla decente jamás pasaría eso, y nunca un troll de estos coronaría la cúspide de la comisaría.
Uno de estos interfectos decía hace poco tiempo: “Yo no trabajo para estos del Gobierno y no pienso moverme, paso de TODO. No son los míos. Y si ganan las elecciones los míos…tampoco trabajaré: siendo de mi bando no tendré nada que demostrar, y además sacaré tajada…” Cómo decía Julio Iglesias en aquella rancia canción: LA VIDA SIGUE IGUAL. La cosa es hacer nada, como siempre.
Éste sujeto, y sus acólitos —que los tiene—, se permite, entre eructos con sonido de palabras pestosas, fastidiar y criticar a los que nunca se inmiscuyen en sucios juegos político-sindicales. Esos a los que el troll y sus seguidores zancadillean, son los que mantienen la bandera de la seriedad a cierta altura, dentro de la organización profesional a la que pertenecen. Por ello, y porque el ser humano es así de libre y malicioso cuando de envidias e instintos primarios se trata, mi plantilla no se curará jamás: tiene metástasis.
Todos los días lo mismo: policías que no hacen lo que deben. Parece que no se dan cuenta, o es que no les importa: dejan de hacer lo que se debe hacer, sobre todo cuando de perseguir delitos se trata. Eso no es más que otra modalidad delictiva.
Se ha puesto de moda decir que NO se acude a llamadas de auxilio por malos tratos en el ámbito doméstico o familiar. Así de claro lo dicen: “eso no es competencia nuestra…que vayan los de otro cuerpo policial…” Eso que se entrecomilla se repite, día tras día, a través de los radiotransmisores personales y emisoras de muchos coches patrulla. Lo dicen y se quedan tan panchos. Pero lo peor no es que lo diga sino que lo hacen: NO ACUDEN A ESAS LLAMADAS DE AXILIO. Tampoco eso es lo peor, y tampoco es ese el único caso de dejación manifiesta de funciones y obligaciones. Muchos de los que así se expresan son jefes, y no solo se niegan a acudir a esas comisiones de la Sala Operativa de Servicio: también ordenan, incluso con vehemencia, que no acuda ningún coche patrulla. Instan u ordenan a la Sala Operativa, que traslade el servicio y comunicado a otro cuerpo policial de la demarcación. ¡Balones fuera!, como dicen en mi futbolero pueblo…
Aún no ha pasado nada grave, pero pasará. La última batallita librada en ese campo de estiércol no fue ante un requerimiento ciudadano por malos tratos en el entorno “doméstico”, sino que la boca de un impreparado con ansias de poder, y de aliento infecto, dijo lo siguiente ante una llamada de auxilio ciudadano por agresión en la vía pública: “ahí no vamos nosotros, devuelva la llamada a ese ciudadano al que le están pegando en la calle XXXX, y dígale que dirija su llamada a los funcionarios del XXXXXX (otro cuerpo policial con competencia en la demarcación)…al fin y al cabo si vamos nosotros terminaremos compareciendo ante ellos; por tanto que vayan ellos directamente y ya no tendremos que ir nosotros a contarles lo ocurrido….” Sí señor, ¡con dos huevos, y además duros! Lo dijo por su equipo portátil de radio, y se lo transmitió a la Sala Operativa de Transmisiones.
Los esputadores de palabras vacías, algunos con ansias descontroladas de poder, siempre dicen lo mismo. Tienen suerte: aún nadie les ha grabado la conversación radiofónica… Estos sujetos en cuestión deberían algún día ser imputados. Ocurrirá. Por ahora nadie ha fallecido, y tampoco se han sufrido lesiones graves cuando las dejadeces se han manifestado, pero seguro que pasará algún día.
Tan triste, vergonzoso y apestoso como lo anterior, es el hecho de que algunos de los que así se expresan, y tales cosas ordenan, aspiran a ser algo más que jefecillos —algunos ya lo son—, pretenden alcanzar el “generalato” del Cuerpo. Díos proteja a los potenciales subordinados y a los ciudadanos del pueblo. En una ciudad o plantilla decente jamás pasaría eso, y nunca un troll de estos coronaría la cúspide de la comisaría.
Uno de estos interfectos decía hace poco tiempo: “Yo no trabajo para estos del Gobierno y no pienso moverme, paso de TODO. No son los míos. Y si ganan las elecciones los míos…tampoco trabajaré: siendo de mi bando no tendré nada que demostrar, y además sacaré tajada…” Cómo decía Julio Iglesias en aquella rancia canción: LA VIDA SIGUE IGUAL. La cosa es hacer nada, como siempre.
Éste sujeto, y sus acólitos —que los tiene—, se permite, entre eructos con sonido de palabras pestosas, fastidiar y criticar a los que nunca se inmiscuyen en sucios juegos político-sindicales. Esos a los que el troll y sus seguidores zancadillean, son los que mantienen la bandera de la seriedad a cierta altura, dentro de la organización profesional a la que pertenecen. Por ello, y porque el ser humano es así de libre y malicioso cuando de envidias e instintos primarios se trata, mi plantilla no se curará jamás: tiene metástasis.
El articulo esta bien, pero discrepo en una cosa, ese algo que dices que pasara, nunca pasara! Es como esperar a un angel y en el caso de que pasara ya se encargaran de taparlo todo. Esto no cambiara hasta que todos nos dediquemos a denunciar a todos los corruptos y todas las injusticias pero claro, hay que estar dispuesto a mancharse las manos.
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